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jueves, 8 de marzo de 2012

EL FENÓMENO OVNI SEGÚN JACQUES VALLÉE (1)

Comienza aquí una serie de entradas dedicadas a Jacques Vallée y sus investigaciones sobre el fenómeno alienígena. Puesto que la interpretación que el Sr. Vallée hace de algunos elementos del fenómeno ovni (especialmente cuando considera el contacto con sus ocupante como una oportunidad para el hombre), no me parece la más acertada, invito al lector a que complemente los datos que aquí van a aportarse con el resto del material que sobre el tema puede encontrarse en Indice Temático.
Lo que sigue son extractos de la obra Crónicas de otros mundos (Un punto de vista científico sobre el fenómeno OVNI), por Jacques Vallée.
Dimensions: A Casebook of Alien Contact. (1988)
Ediciones Tikal

INTRODUCCIÓN
MENTES CERRADAS, PREGUNTAS ABIERTAS

‘Este libro representa la destilación de unos veinticinco años de investigación. Recopila y actualiza en una colección nueva y más manejable los sucesos más significativos que han marcado la historia del fenómeno ovni. Y conduce a una conclusión nueva. A pesar de que me cuento entre aquellos que creen que los ovnis son objetos reales físicos, no creo que sean extraterrestres en el sentido ordinario del término. En mi opinión, representan un desafío excitante para nuestro propio concepto de la realidad.’

‘En este siglo XX que está a punto de acabar, en el que cada día se hacen realidad nuevos descubrimientos, las mentes de muchos científicos permanecen cerradas a este problema. En el ejemplar de junio de 1987 de la popular revista de astronomía Sky and Telescope, se señala con un cierto escepticismo despectivo de moda:

“Los objetos volantes no identificados están perdiendo la popularidad de años anteriores. Quizás los medios informativos son más conscientes de lo poco que hay detrás de cada historia ovni que ha sido bien investigada”

Irónicamente, ese mismo mes, dos libros alcanzaron los primeros puestos de la lista de best-sellers del New York Times: “Comunión” e “Intrusos”. Ambos contenían sensacionales relatos en primera persona de encuentros con ovnis, y la confrontación o el contacto espiritual con sus supuestos ocupantes.
Esta coincidencia entre la arrogancia científica y una nueva tendencia social ilustra un hecho importante en nuestra sociedad: mientras que la ciencia rechaza considerar sistemáticamente los fenómenos que permanecen fuera de las regiones seguras de su comprensión cotidiana, el público busca ardientemente explicaciones que se adapten a su experiencia.
Mientras que nuestros científicos siguen sin estar al corriente de la valiosa información que podría estimular nuevas teorías del universo, el resto de nosotros echa en falta una oportunidad de hacer progresos serios en lo que podría ser una cruzada espiritual importante.
Este libro es un intento de salvar esta grieta. Para ello, examina la evidencia de la existencia de los ovnis no sólo en nuestros tiempos, sino en épocas anteriores. Esta perspectiva histórica, que se resume en la Primera Parte, es entretenida y frecuentemente cautivadora. Pero lo más importante es que es crucial para una comprensión total del problema. Si estos objetos han sido vistos desde tiempos inmemoriales, como mostraré, y sus ocupantes han actuado siempre de manera similar, entonces no sería razonable afirmar que son “simplemente” visitantes extraterrestres. Deben ser algo más que eso. Quizá han estado siempre aquí, en la Tierra, con nosotros.
Desde mi punto de vista, la creencia extendida entre los ufólogos sobre la verdad literal de las “abducciones” es solamente una aproximación muy vasta a un tapiz mucho más complejo. Estamos en presencia de una realidad totalmente distinta, una realidad que se caracteriza por casos de seducción cósmica, por la aparición de señales extrañas en el cielo, y por la sucesión de acontecimientos paranormales que presentan una panoplia abundante de fenómenos psíquicos.

La Segunda Parte está dedicada a su análisis; prepara el terreno para la Tercera Parte, que he llamado “Un desafío a la investigación”. Porque ya es hora de estudiar seriamente el fenómeno ovni (…) Por ejemplo, yo me contentaría simplemente con entender cómo esos objetos manipulan ondas electromagnéticas para crear rayos de luz con efectos gravitacionales capaces de elevar por los aires objetos, personas, animales, o con comprender cómo paralizan a los testigos que se acercan a ellos.

Este fenómeno proporciona uno de los desafíos más excitantes que se han presentado jamás a la ciencia, en nuestra imaginación colectiva y en la razón humana. Yo no tengo la respuesta al misterio, pero sí tengo una gran cantidad de información relevante (…) y en mi propio trabajo he llegado a pensar en el problema ovni en términos de tres niveles distintos.
-El Primer Nivel es físico. Sabemos ahora que el ovni se comporta como una región en el espacio, de pequeñas dimensiones (aproximadamente unos 10 metros), dentro de la cual hay almacenada una gran cantidad de energía. Esta energía se manifiesta por un fenómeno de luz pulsada de intensos colores y por otras formas de radiación electromagnética.
-El Segundo Nivel es biológico. Numerosos informes ovni muestran toda clase de efectos psicofisiológicos en los testigos. La exposición al fenómeno causa visiones, alucinaciones, desorientación en el espacio y el tiempo, reacciones fisiológicas (incluyendo ceguera temporal, parálisis, cambios en el ciclo del sueño) y cambios en la personalidad a largo plazo.
-El Tercer Nivel es social. La creencia en la realidad de los ovnis se está extendiendo rápidamente a todos los niveles en la sociedad en todo el mundo (…) Las ideas sobre la vida en el universo han sufrido una verdadera revolución.

La experiencia de un encuentro cercano con un ovni es una prueba física y mental muy dura. El trauma tiene efectos que van más allá de lo que la conciencia de los testigos puede recordar. Condiciona nuevos tipos de comportamiento y de creencias. Además de las condiciones científicas, las consecuencias sociales, políticas y religiosas son enormes si son consideradas a través del lapso de tiempo de una generación.
Frente a la nueva ola de experiencias de contacto ovni que se describen en libros como Comunión e Intrusos, y en películas como Encuentros en la Tercera Fase, nuestras religiones parecen obsoletas.
Nuestra idea de la iglesia como entidad social que trabaja dentro de estructuras racionales se ve obviamente desafiada por la reclamación de una comunicación directa, en los tiempos modernos, con seres visibles que parecen dotados con poderes sobrenaturales.
Esta idea puede sacudir hasta las mismas raíces de la cultura de nuestra sociedad (…) Tales relatos son folclore en formación. He descubierto que tienen un paralelismo asombroso con las historias de encuentros con los elfos y los jinn de la época medieval, así como con los habitantes de “Magonia”, el país más allá de las nubes de las crónicas antiguas. Pero son algo más también: un símbolo de sucesos importantes que van a acontecer.
Mis propias conjeturas, que se desvían considerablemente del dogma aceptado entre los creyentes en ovnis, es que estamos tratando con un nivel de conciencia todavía no reconocido, independientemente del hombre pero conectado con la Tierra, que tiene su propia relación con las fuerzas cósmicas.

La anticipación de encuentro con otros seres inteligentes ayudaría a trascender conflictos locales en esta Tierra, y a conseguir en una sola generación cambios de comportamiento que, de otra manera, se tardaría cientos de años en completar. Si esta es la contribución del fenómeno ovni, entonces estamos tratando con una de las mayores transiciones de la historia’.

http://tavojimenezdearmas.blogspot.com