Después de varios años de ausencia en nuestras librerías, se edita a Erich Von Daniken en castellano (es curioso que a pesar de ser best sellers sus libros en Suiza y Alemania, hay varias de sus obras que no se tradujeron al castellano, ni siquiera al inglés).
Escribe Daniken: Y, en Diciembre de 2012, los dioses regresarán de su largo viaje y aparecerán de nuevo aquí en la Tierra. Al menos, es lo que el calendario maya nos parece indicar. Los llamados dioses-los extraterrestres- vendrán de nuevo. Nos dirigimos hacia un “shock divino” de proporciones inimaginables.
Este es el leitmotiv del libro. El veterano investigador hace un interesantísimo estudio sobre los escritos mayas y especialmente del famoso calendario (su comienzo y su final). Aunque no se puede tener la absoluta certeza sobre la veracidad de las fechas que indica dicho calendario, ya sea para su comienzo o para su final (teniendo en cuenta la relación con nuestro calendario actual o las modificaciones que pudieron haberse hecho en la edad media), Von Daniken está convencido- y pone como pruebas, nada menos que más de cuarenta años de investigaciones-que los dioses extraterrestres regresarán, porque así lo prometieron. Esta expectación sobre el regreso es algo global (para mayas, incas, egipcios, budistas, cristianos, judíos o cualquier otra religión sobre la tierra).
Debemos mencionar también como fascinantes los capítulos dedicados a los enigmas de las ruinas andinas de Tiahuanaco y Puma Punku, con sus construcciones “imposibles”.
Daniken nos lleva, ya al final de la obra, hacia pensamientos filosóficos, religiosos y científicos que nos hacen pensar que tal vez- a pesar de sus errores de interpretación, que opacaron su carrera como investigador-este fantástico escritor suizo, sea un verdadero visionario.
Para finalizar quiero transcribirles unos párrafos de Von Daniken, con respecto a la religión y la ciencia que, creo yo, deberíamos tener en cuenta como necesaria reflexión:
“Creer en algo proclamado por alguien simplemente no es científico. (…) No es ningún secreto que cada religión en este manicomio terrestre mantiene que ella es la única que predica la auténtica verdad (…) La fe es una construcción artificial, una “necesidad” que no satisface la curiosidad. El conocimiento exige pruebas. (…) . Toda duda exige una realidad. Este nivel de certeza no se alcanzará hasta que tengamos nuestro primer contacto con una civilización extraterrestre. ¡Hurra! ¡Esto ya ha sucedido!”
