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Se cuenta que la década de los 50, el Padre Pellegrino Ernetti, apoyado por un gran grupo de científicos, diseñó una máquina capaz de fotografiar el pasado.
Cada uno de nosotros emite millones de ondas a lo largo de su vida, que quedan almacenadas en el Éter. Después, gracias a la utilización del instrumental adecuado para acceder a ese estadio de información y decodificar las ondas con un Oscilógrafo Catódico, se pueden acceder a las imágenes y sonidos que se desean.
En 1972, Ernetti hizo unas declaraciones apresuradas a la prensa italiana. Aseguró haber obtenido Cronografías de la destrucción de Sodoma y Gomorra, así como del texto original de las Tablas de la Ley, la oficialmente desaparecida obra teatral «Thyestes», representada en Roma hacia el año 169 AEC, la Crucifixión de Jesús, e imágenes de Napoleón y Mussolini, entre otros personajes.
Ernetti debe haber sido reprendido por sus superiores, mientras se facilitaba a la prensa una supuesta Cronografía del rostro agonizante de Jesús, que resultó ser un fraude. Ernetti quedó como un charlatán ante la Opinión Pública, y ahí pareció quedar todo.
Dos décadas después, Ernetti se encuentra en el Monasterio Benedictino de la isla de San Giorgio, en Venecia, escondiéndose de su pasado, y ocupado en la labor de Exorcista, recibiendo y tratando entre 400 y 500 personas poseídas a la semana.
En Febrero de 1993, el periodista español Javier Sierra llegó a la isla a entrevistar al Padre Ernetti para entrevistarlo sobre su trabajo como Exorcista. O, al menos, esa era la versión oficial de la petición para la entrevista. Al final, y de modo sorpresivo, Sierra le pide al Padre que le hable sobre sus investigaciones con la máquina que fotografía el pasado. Ernetti se niega reiteradamente, pero finalmente habla:
Cada uno de nosotros emite millones de ondas a lo largo de su vida, que quedan almacenadas en el Éter. Después, gracias a la utilización del instrumental adecuado para acceder a ese estadio de información y decodificar las ondas con un Oscilógrafo Catódico, se pueden acceder a las imágenes y sonidos que se desean.
En 1972, Ernetti hizo unas declaraciones apresuradas a la prensa italiana. Aseguró haber obtenido Cronografías de la destrucción de Sodoma y Gomorra, así como del texto original de las Tablas de la Ley, la oficialmente desaparecida obra teatral «Thyestes», representada en Roma hacia el año 169 AEC, la Crucifixión de Jesús, e imágenes de Napoleón y Mussolini, entre otros personajes.
Ernetti debe haber sido reprendido por sus superiores, mientras se facilitaba a la prensa una supuesta Cronografía del rostro agonizante de Jesús, que resultó ser un fraude. Ernetti quedó como un charlatán ante la Opinión Pública, y ahí pareció quedar todo.
Dos décadas después, Ernetti se encuentra en el Monasterio Benedictino de la isla de San Giorgio, en Venecia, escondiéndose de su pasado, y ocupado en la labor de Exorcista, recibiendo y tratando entre 400 y 500 personas poseídas a la semana.
En Febrero de 1993, el periodista español Javier Sierra llegó a la isla a entrevistar al Padre Ernetti para entrevistarlo sobre su trabajo como Exorcista. O, al menos, esa era la versión oficial de la petición para la entrevista. Al final, y de modo sorpresivo, Sierra le pide al Padre que le hable sobre sus investigaciones con la máquina que fotografía el pasado. Ernetti se niega reiteradamente, pero finalmente habla:
—El principio es muy sencillo: Las ondas visibles y sonoras del pasado no se destruyen. Y no lo hacen, porque son energía. La grandeza de nuestro invento, que llamamos Cronovisor, está en poder recuperar esa energía y recomponer las escenas. Pero todo ha terminado. Yo ya hablé. El Papa Pío XII nos prohibió que divulgáramos cualquier detalle sobre esta investigación, porque la máquina del pasado es muy peligrosa. Puede cortar la Conciencia de la Libertad del Hombre, ya que con este aparato se podría conocer qué has estado haciendo esta mañana, dónde, cuándo, cómo...El Padre Ernetti se cerró a las siguientes consultas, pero negó su implicación en el fraude de la fotografía del rostro de Jesús. Con un impenetrable silencio, abrió la puerta del monasterio, invitando al reportero a abandonar el recinto, mientras éste insistía:
—¿Sigue Usted manteniendo, a pesar de los años, que todavía posee el texto original de las Tablas de la Ley?
—Sí, lo tenemos. Pero no podemos desvelar nada. Lo siento.
—¿Y cuándo cree que podrá hablar, Padre?
—No lo sé. Ya sabe que hay muchas cosas que reciben el nombre de Secreto de Estado.
—¿Del Vaticano?
—No. De todos los Estados. Por eso no es posible hablar.
—Sólo una pregunta, Padre: ¿Todas las investigaciones que se hicieron con la máquina se realizaron en Venecia?A continuación, un programa de «Cuarto Milenio» que se adentra en este fascinante tema.
—No. En todo el mundo.
—No sabe cuándo dejará de ser secreto, ¿Verdad?
—Espero que pronto, pero es muy difícil. Se revelarían demasiados secretos.
—¿Cambiaría mucho nuestra concepción de la Historia del Hombre?
—Mucho. Incluso las lenguas serían irreconocibles... Bien, gracias. Adiós.
Un sorprendente invento que supuestamente fue creado por un sacerdote italiano y que según muchos estudiosos fue ocultado por el Vaticano. Un aparato capaz de fotografiar grandes momentos de la historia. Su existencia es a día de hoy un mito sobre el que siguen investigando diferentes expertos.
El periodista y escritor Javier Sierra dará los secretos y las claves que rodean al Cronovisor.