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lunes, 18 de julio de 2011

LOS VERDADEROS HOMBRES DE NEGRO SCRIBD .-

LOS VERDADEROS HOMBRES DE NEGRO SCRIBD

HOMBRES DE NEGRO MEGA INFORME

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LOS HOMBRES DE NEGRO,RESUMEN :


Los Hombres de Negro

Los hombres de negro (del inglés men in black, MIB) son, según la especulación más popular, presuntos agentes secretos gubernamentales encargados de confundir o amedrentar a investigadores y testigos de OVNIs, además de confiscar supuestas evidencias de presencia alienígena, con el propósito de preservar del conocimiento público las visitas de extraterrestres a nuestro planeta.
Los detalles concernientes a estos personajes varían, pero algunas de las descripciones más comunes son:

-Visten impecables trajes negros.

-Viajan en automóviles del mismo color, predominando los modelos antiguos de Cadillac.

-Su tez es oscura, o bien muy pálida, siendo sus rasgos faciales vagamente orientales. Voz atiplada, o de resonancia metálica.

-Modales corteses pero amenazantes.

-También se han descrito casos de comunicación telepática, sensación de vivencia onírica y otros sucesos desconcertantes.

La identidad de estos misteriosos hombres ha creado multitud de conjeturas, desde miembros de servicios secretos que pretenden ocultar cualquier encuentro extraterrestre, humanos de una extraña raza que permanecen ocultos en zonas polares hasta teorías que afirman que son extraterrestres encubiertos que tratan de silenciar las actividades que tienen en nuestro planeta.

Como actúan los Hombres de Negro

El informe típico sobre Hombres de Negro es más o menos como sigue: poco después de haber observado un OVNI, el sujeto (que puede ser un testigo o un investigador) recibe una visita. Con frecuencia, esto ocurre tan pronto que todavía no se ha producido un informe oficial ni una publicación. Los visitantes no pueden haber obtenido de forma normal la información que sin duda poseen: nombres, direcciones, detalles acerca del incidente y de la gente implicada.

La víctima está, casi siempre, sola en el momento de la visita, generalmente en su propia casa. Sus visitantes, que suelen ser tres, llegan en un gran coche negro. En Estados Unidos suele ser un prestigioso Cadillac, pero pocas veces de un modelo reciente. Al mismo tiempo, aunque se trata de un automóvil antiguo, lo más frecuente es que esté en perfectas condiciones, que esté escrupulosamente limpio por dentro y reluciente por fuera, y que presente incluso el inconfundible olor a "coche nuevo". Si el sujeto anota el número de matrícula y lo investiga, descubre siempre que se trata de un número inexistente.

Los visitantes son casi siempre hombres; muy raramente aparece una mujer, pero nunca más de una. Su aspecto se ajusta a la imagen estereotipada de un agente de la CIA o de los servicios secretos: llevan trajes oscuros, sombreros oscuros, corbatas oscuras, zapatos y calcetines oscuros, pero camisas blancas; los testigos comentan a menudo su aspecto impecable... toda la ropa que llevan parece recién comprada.

Habitualmente se les define en grupos de tres hombres, con coches de color negro, modelos antiguos pero en tal estado que parecen acabar de salir de fábrica y educados pero amenazantes.

Las caras de los visitantes son descritas como vagamente extranjeras, casi siempre "orientales"; muchas descripciones hablan de ojos almendrados. Cuando su piel no es oscura, tienden a estar muy tostados. A veces aparecen toques extraños; en el caso del doctor Hopkins, que relataremos más adelante, el hombre de negro ¡parecía llevar los labios pintados de rojo! Los HDN tienen en general rostros serios y carentes de expresión; sus movimientos son rígidos y torpes. Su actitud es formal, fría, siniestra, casi amenazadora; nunca son simpáticos, aunque tampoco demuestran hostilidad. Los testigos han sugerido muchas veces que no parecían humanos.


Siempre serios y educados. Casos Celebres en los que Aparecieron Hombres de Negro

En septiembre de 1953, estos individuos visitaron al experto en ovnis Albert K. Bender, organizador de la oficina internacional de platillos volantes que había emprendido en serio la tarea de aclarar los misterios en torno a los ovnis. Bender pensaba que había dado con la solución, y poniendo sus opiniones por escrito, las envió por correo a un amigo. Cuando estos individuos llegaron, tenían en su poder el material, que nunca llegó a su destino. Le dijeron que había sido el único entre todos los investigadores en dar con la respuesta. Para su edificación, le añadieron unos cuantos detalles más que no conocía, asustándole de tal forma que se puso enfermo y no probó bocado en varios días. A partir de entonces Bender fue un hombre cambiado, que no quiso volver a hablar de ovnis con nadie. Terminó escribiendo un libro titulado Flying Saucers and the Three Men (Los platillos volantes y los tres hombres), en el que dijo que contaría todo lo que le había sucedido. En realidad lo único que hizo fue complicar más las cosas cuando mencionó su proyección astral a una base de platillos volantes situada en el Antártico. El libro parecía ser sólo una tapadera de lo que había ocurrido en realidad.

Bruce Cathie, estando en Nueva Zelanda, fue abordado en un hotel, durante uno de sus vuelos. Había dado a conocer que llevaba consigo fotografías de las misteriosas antenas que se estaban multiplicando en la zona donde vivía. Tres individuos se hallaban sentados en una mesa cercana, y uno de ellos se le acercó y trató de darle conversación, mientras el sobre estaba sobre la mesa, a su vista. El hombre trató de que Cathie le pusiera en él un nombre y una dirección donde se le pudiera localizar. Cathie estaba preparado para esto y no accedió. Finalmente, se disculpó y subió a su habitación, volviendo a bajar para poner sus fotos en la caja fuerte del hotel. Los hombres ya no estaban allí, y al preguntarle a la chica de recepción cuándo habían pasado por allí, ella le dijo que nadie se había marchado. Parece que estos seres tienen la desconcertante costumbre de desvanecerse literalmente en el aire.

Otro investigador tuvo una importante demostración aún más espectacular de esta capacidad cuando los tres hombres le visitaron en su trabajo, a primera hora de la mañana, ordenándole que abandonase ciertas líneas de investigación que estaba siguiendo. El les aseguró que ya había pensado hacerlo, y se marcharon por una puerta cercana. El les siguió inmediatamente, abriendo la puerta sobre un pasillo vacío impregnado de un olor como el que hubiera dejado una fuerte descarga eléctrica. En un instante, los hombres se habían esfumado.

Uno de los más interesantes contactos con los hombres de negro tuvo lugar el 9 de enero de 1967 en casa de Edward Christiansen, en Wildwood, New Jersey. A las cinco y media de la tarde, un hombre de extraño aspecto llamó a la puerta. Cuando le abrieron, dijo que pertenecía a la Oficina de Localización de Herederos, y que era posible que el señor Christiansen hubiera heredado mucho dinero. Se hizo pasar al forastero, y se vio que era un tipo poco corriente, con una estatura por lo menos de dos metros, hombros muy anchos, y que debía pesar alrededor de los ciento cincuenta kilos. Llevaba un largo abrigo negro de tela muy fina, y un gorro de estilo ruso. Al quitárselo, descubrió una gran cabeza con el pelo cortado al rape y una zona perfectamente redonda que parecía afeitada. Tenía los ojos saltones como si padeciese de tiroides, y uno de ellos era vidrioso y mal sincronizado con el otro. Gigi, el perro de los Christiansen, le cogió una aversión inmediata, que hizo patente con sus gruñidos y ladridos.

El hombre empezó a hacer una serie de preguntas sobre los datos personales de Edward Christiansen, dando la explicación de que era para averiguar si se trataba del hombre que mencionaba el legado. Tenía una voz curiosamente metálica, que parecía emitida por el altavoz de un computador, monótona y fría. Cuando se sentó, sus pantalones, ya bastante cortos, se levantaron, y Mrs. Christiansen y su hija Connie observaron fascinadas un cable verde que le salía del calcetín y subía por su pierna, pareciendo entrar en ella por una muesca antes de perderse en sus pantalones. Con esto y con su singular aspecto pálido y enfermizo, aquel forastero tenía una apariencia singular. Cuando se le ofreció tomar algo rehusó, y dijo que dentro de diez minutos necesitaría un vaso de agua. Durante la entrevista, la familia observó que su rostro se iba poniendo cada vez más rojo, hasta que terminó pidiendo el vaso de agua, que se bebió de un trago con una gran píldora amarilla. Esto pareció devolverle a sus estado normal.

Al terminar la visita. Mrs.Christiansen decidió observar la marcha del hombretón. Desde la oscuridad de la puerta de su cocina, le vio hacer una llamada con la mano, y un Cadillac negro del año 1963 surgió de las sombras con las luces apagadas. El desconocido entró en él y se fue.

Al día siguiente, el señor Christiansen recibió una llamada telefónica con una voz femenina que le explicó que el Edward Christiansen que buscaba la oficina de Herederos había sido localizado en California. El le dió las gracias y colgó. El anterior mes de noviembre, la familia Christiansen había visto un ovni; parece ser que esto fue lo que provocó la visita de los hombres de negro, aunque no se mencionó para nada la visita ni se le hizo amenaza alguna.


MAS DATOS :
Tal vez el aspecto más extraño del ya confuso fenómeno OVNI lo constituyen los personajes
semidiabólicos conocidos como MIB o Men in Black (Hombres de Negro). El primer
informe sobre MIB en la ufología moderna procedió de Albert K. Bender, un adolescente
entusiasta de los OVNIs que dirigió la Oficina Internacional de Platillos Volantes y publicó el
boletín de noticias de la oficina, Space Review. Bender sostuvo que, en septiembre de 1953, se
le acercaron tres hombres vestidos de negro, que le dijeron que debía abandonar sus estudios
sobre los OVNIs si quería estar a salvo. Bender renunció efectivamente a su carrera de ufólogo,
pero el fenómeno MIB prosiguió. Así, por ejemplo, el investigador de OVNIs y autor, John
Keel, ha hablado con numerosos testigos oculares que sostenían haber sido abordados por entes
MIB similares.
Algunos aspectos raros del fenómeno MIB salieron a la luz cuando las declaraciones fueron
estudiadas por el folclorista Peter Rojcewicz. Por ejemplo, observa Rojcewicz, los MIB «visten
a menudo trajes negros que pueden parecer manchados y descuidados o extraordinariamente
limpios y sin arrugas. En ocasiones, andan con movimientos muy extraños, como si tuviesen
junturas giratorias en las caderas, y con el torso y las piernas moviéndose desacompasadamente.
Algunos muestran preferencias por los "Cadillacs" u otros coches grandes y oscuros. Algunos
MIB tienen el cabello muy raro, como si hubiese crecido de manera desigual después de ser
recientemente cortado. Casi todas las razas y complexiones, dice, han sido descritas,
predominando las facciones asiáticas».
Los motivos de los MIB siguen siendo confusos, aunque con frecuencia parecen mostrar interés
especial en recobrar datos sobre los OVNIs y advertir a los testigos que no deben intervenir más
en el asunto. «Pueden presentarse en la casa o en el lugar de trabajo del testigo -dice Rojcewicz-
y pedir fotografías o negativos de los OVNIs antes de que aquél haya dicho públicamente que las
posee.» En varias de estas ocasiones, los MIB se hicieron pasar por agentes del servicio de
información militar.
De dónde vienen los MIB y adónde irán después de haber hecho sus diabluras, es un enigma. Sin
embargo, sabido es que su presencia enturbia más las aguas hechas ya confusas por los OVNIs



Fenómeno misterioso relacionado con la visualización de OVNIS y los encuentros con ellos. Diversas personas que afirman haber visto OVNIS, o haber sido secuestrados por ellos, o haber experimentado lapsos de "tiempo olvidado" de los que nada recuerdan, a veces han sido visitadas posteriormente por Hombres De Negro (HDN) "hombres vestidos completamente de negro" que disuaden a las personas de que sigan insistiendo en sus afirmaciones.

Supuestamente, los HDN también han amenazado y hostigado, a estas personas y sus familiares, atribuyéndoseles la muerte de una de ellas. Al parecer, los HDN han estado activos en los Estados Unidos desde 1947, a partir de los primeros informes sobre los "platillos voladores", habiéndose mostrado particularmente activos en los períodos de gran actividad de los OVNIS. Los HDN parecen abundar más en los Estados Unidos, pero han sido vistos en otras partes del mundo como Europa, los Países Escandinavos, Australia, Nueva Zelanda , Sudáfrica y Sudamérica.

Uno de los primeros informes sobre una visita de los HDN (un caso típico) se originó en 1953 en Bridgeport, Connecticut, y su autor fue Albert K. Bender, oficinista de una fábrica y entusiasta de los OVNIS, del ocultismo, de la magia negra, de los monstruos y de los filmes de horror. Bender organizó una oficina internacional sobre platillos voladores, y gracias a sus investigaciones, creyó haber descubierto el origen de los extraterrestres y la razón de sus visitas a nuestro planeta. Le escribió a un amigo sobre el particular y, después de haber puesto la carta en el correo, recibió la visita de tres hombres vestidos con traje negro. Uno de ellos tenía en sus manos la carta. Tras la visita, Bender enfermó. Actuaba "como un lobotomizado"-según expresión de un amigo- y padecía de fuertes dolores de cabeza que, según decía, le eran infligidos por "ellos". Si pensaba en revelar sus descubrimientos, era inmediatamente afectado por un terrible dolor de cabeza. Al final, Bender abandonó todos sus proyectos relacionados con los OVNIS.

Las informaciones sobre los HDN presentan algunas características comunes. Los rasgos faciales y el cutis de los HDN han hecho pensar a algunos que podrían ser de origen asiático o italiano. Muestran predilección por las ropas negras o de colores oscuros, que están o bien impecablemente planchadas, o bien completamente arrugadas. Viajan en largos autos negros o de colores oscuros. A algunos de ellos el pelo les crece extrañamente, como si les hubieran afeitado la cabeza y el cabello les hubiera vuelto a crecer disparejo. En ocasiones, los HDN tienen una forma extraña de caminar, como si estuvieran borrachos; a veces lo hacen con movimientos deslizantes o de balanceo, como si tuvieran la cadera montada en una chumacera. A unos cuantos de ellos se les ha visto usando en la solapa el Gran Sello de los Estados Unidos. Sus voces son igualmente extrañas, monótonas, monocordes, gimoteantes y, en ocasiones, de timbre penetrante.

Los HDN visitan en su casa o en su trabajo a gente que haya visto un OVNI, sin anunciarse y en grupos de tres. A veces se presentan después del avistamiento, pero antes de que la persona se haya puesto en contacto con las autoridades o con alguna sociedad relacionada con los OVNIS. A menudo se hacen pasar por representantes del gobierno federal o de la inteligencia militar. Curiosamente parecen conocer bastante bien los datos personales de los visitados. Algunas personas informan que los HDN han recurrido a la intimidación, las amenazas y el hostigamiento para terminar con su interés en los OVNIS y con sus investigaciones sobre los mismos. Los HDN han dicho a algunas personas que vieron un OVNI que no habían visto lo que creyeron ver. Por lo menos un investigador de OVNIS ha sido amenazado de muerte por un Hombre De Negro: el HDN afirmó que un secuestrado por un OVNI había muerto "porque sabía demasiado".

Aunque la mayoría de los incidentes en que se han visto envueltos los HDN están relacionados con los OVNIS, también se ha informado sobre ellos en relación con el avistaje de monstruos y otros entes no humanos.

Los folcloristas vinculan a los HDN con leyendas acerca del diablo, que en épocas pretéritas se decía solía presentarse bajo la forma de un hombre alto y negro, o de un hombre vestido de negro. Cierta teoría sostiene que el diablo, los HDN, los embaucadores (“Tricksters") y otros seres sobrenaturales forman parte de un mismo fenómeno: son una proyección del inconsciente que satisface una necesidad psicológica de quien lo percibe. También se ha sugerido que los HDN son formas mentales creadas por un miedo colectivo asentado en el subconsciente. Los HDN tienen un paralelo en el misticismo oriental, los "Hermanos de la Sombra", seres malignos que tratan de evitar que los estudiantes de ocultismo lleguen a conocer la gran verdad.

Los llamados hombres de negro o men in black, comienzan a dar constancia de su "existencia" a finales de los años cincuenta, para intentar silenciar o despistar a los que querían hacer pública su experiencia con los ovni's, siendo repetidamente molestados con misteriosas llamadas telefónicas, entrevistas directas y hasta amenazas, llegando incluso a ocurrir accidentes y muertes en circunstancias misteriosas.

estos personajes suelen vestir con impecables trajes negros de corte clásico, corbata negra, zapatos negros de gruesas suelas de crèpe y camisa blanca, aunque también se han dado casos de ir vestidos con uniformes militares de alta graduación. presentan credenciales falsas, se mueven solos o en grupos de tres y usan para desplazarse un antiguo e impecable cadillac negro.

los hombres de negro tendrían como función confundir o amedrentar a investigadores y testigos de ovnis y visitantes extraterrestres, además de confiscar supuestas evidencias de presencia alienígena, con el propósito de preservar del conocimiento público las visitas de extraterrestres a nuestro planeta.

los hombres de negros forman parte de la conspiración del ocultamiento extraterrestre que es la teoría conspirativa que cree e intenta de explicar que la evidencia de la realidad de los ovnis y su relación con los extraterrestres se estaría suprimiendo, reteniendo o desacreditando. siendo el objetivo de esta supuesta compiración, que la humanidad no se entere de su existencia.

tales creencias llamadas "teorías" incorporan a menudo la idea que los gobiernos estarían en comunicación o cooperación con extraterrestres.

muchas teorías de la conspiración del ocultamiento extraterrestre son absolutamente detalladas y muy elaboradas. pero los críticos indican que también típicamente presentan escasamente (o careciendo completamente) una evidencia corroborativa; indicando que muchos de sus creyentes presentan incluso un fantasía paranoica.

las varias ideas presentes en la llamada teoría de la conspiracíón del ocultamiento extraterrestre, han prosperado en el internet y en los programas y las películas de ciencia ficción (los x-files, stargate, hombres de negro, etc), además de un gran número de novelas; los cuales han ofrecido y alimentado los elementos de estas teorías de la conspiración.

el caso del dr. herbert hopkins

fue en la localidad de maine (ee.uu.) el mes de septiembre de 1976, cuando el doctor herbert hopkins de 58 años de edad, sometió a una regresión hipnótica a los implicados en una abducción ovni, grabando magnetofónicamente sus testimonios y conservando unas monedas como prueba de los hechos.

una noche en la que se encontraba solo en casa, recibe la llamada de un hombre que se identifica como el vicepresidente de la organización de investigaciones ovni de nueva jersey, solicitando una entrevista con él para discutir sobre el caso que lleva entre manos. el doctor hopkins acepta tratar del tema.

la primera sorpresa surge cuando, al ir a encender la luz de la puerta de la casa para que la "visita" la encuentre más fácilmente desde el parking, ésta se encuentra ya subiendo los escalones de la misma.

más tarde comentaría el dr. hopkins que: "no vi ningún coche, pero aunque el "visitante" lo hubiera tenido, era imposible que llegara a mi casa con tanta rapidez desde el teléfono más cercano".

según el dr. hopkins, el hombre "vestía con un traje completamente negro, perfectamente planchado, con la raya del pantalón también perfecta, con sombrero y zapatos también negros, pero la camisa era de un blanco inmaculado. por su aspecto creía que era el empleado de una funeraria.
al quitarse el sombrero vi que era completamente calvo y que no tenía ni cejas ni pestañas. su palidez era cadavérica, y durante la conversación, se frotó los labios que eran de color rojo brillante con los guantes, llevándose con ellos el color, igual que si los llevase pintados".

después de esto, y sin saber porqué, el dr. hopkins continúa narrando la experiencia de sus pacientes y al acabar, el "visitante" le pide que le deje una de las monedas relacionadas con el caso. Éste la coge entre sus dedos y le dice al doctor que mire atentamente a la moneda y no a él.
poco a poco, la moneda se va haciendo cada vez más borrosa hasta desaparecer por completo. en ese momento el "visitante" le dice: "ni usted ni nadie más en este planeta volverá a ver la moneda otra vez", recomendándole a su vez que borre las cintas y abandone la investigación.

tras charlar un rato más sobre temas ufológicos, el dr. hopkins advirte que el visitante habla cada vez más despacio, hasta que advierte: "...mi energía se acaba, debo irme", se levantó y se fué vacilante hacia la puerta, bajando los peldaños de uno en uno y de manera poco segura.

al poco el dr. hopkins ve por la ventana un destello luminoso, una luz blanco-azulada totalmente distinta a la de los faros de un coche y aunque ni lo vió ni lo oyó, en aquel momento supuso que se trataba del coche del extraño, que se alejaba.

más tarde, cuando regresaron su mujer y su hijo, fueron a examinar el camino, encontrando señales en el medio de la calzada y que no podían pertenecer a un coche. al día siguiente, las marcas ya no estaban.

alarmado por el incidente, el doctor intenta localizar la "organización de investigaciones ovni" de nueva jersey a la que el "visitante" decía pertenecer, llegando al resultado de que tal institución no existía.
más tarde y tras un extraño incidente sufrido por su hijo y su nuera, el dr. hopkins decidió borrar las cintas y abandonar la investigación.

conclusiones

lo cierto es que si estos hombres de negro existen, su procedencia y propósito no están muy claros.

para muchos pertenecen a una organización secreta, para otros son agentes del gobierno, otros creen que son miembros de una antigua raza terrestre que vive en remotas regiones de la tierra y para otros son agentes extraterrestres cuyo cometido es la de mantener oculto el fenómeno ovni.

en enero de 1953, hubo una reunión secreta en washington a la que acudieron importantes científicos y dirigentes de la cia. crearon un comité que discutió las constantes intromisiones en el espacio aéreo de los ee.uu. por parte de objetos no identificados y que ponían en alerta a sus fuerzas aéreas.
se barajaron los riesgos de tomarlas como ataques de la antigua urss, o como un incidente ovni, considerando el impacto psicológico que produciría en la población el falso o cierto rumor de una invasión extraterrestre.

la decisión final fué investigar el tema en secreto mientras que se desacreditaban a los testigos o investigadores del suceso, se silenciaba a cualquiera que pudiera hablar y se elaboraba una campaña de desinformación.

la campaña dio el resultado esperado por ellos; de modo que el público dejó de tomar en serio a los ufólogos y a los testigos de los avistamientos de objetos volantes no identificados, además se introdujeron agentes de la cia en cargos directivos de importantes organizaciones ufológicas para derivar las investigaciones a caminos equivocados y mantenerlos bajo control.

debido a lo anteriormente expuesto, se pensó que los hombres de negro eran agentes del gobierno, pues muchas veces decían pertenecer a la cia o a las fuerzas armadas de los estados unidos, exhibiendo las correspondientes tarjetas de identificación.

lo cierto es que la gran frecuencia de las apariciones de estos hombres de negro alarmó a los altos cargos del pentágono y el coronel george p. freeman, portavoz del pentágono, reconoció en febrero de 1967 que: "...hombres misteriosos con uniformes de las fuerzas aéreas o luciendo credenciales de agencias gubernamentales, han venido silenciando a testigos de supuestos ovni's".
también reconoció haber investigado numerosos casos sin poder identificar o atrapar a los autores, ya que estaban cometiendo un delito federal al asumir cargos que no poseían..., el asunto parecía preocuparles tanto como a los demás.

sin embargo, lo extraño de su aspecto y modo de actuar hace pensar que puedan ser realmente parte del fenómeno extraterrestre.
las personas que han recibido sus visitas siempre se han mostrado extrañamente relajadas ante su presencia a pesar de su forma de actuar, sólo recuerdan el aspecto general del "visitante" sin poder entrar en muchos más detalles.

la manera de presionar a sus víctimas nunca es directa, se les convence de que lo que vieron eran otra cosa, que estaban ebrios o que quizás no le convendría hacerlo público por no hacer el ridículo.

resumiendo, la historia de los hombres de negro está tan llena de misterio e incongruencias como el resto de los temas relacionados con los extraterrestres y los ovni's.


HOMBRES DE NEGRO SEGUN WIKIPEDIA :
Hombres de Negro

De Wikipedia, la enciclopedia libre

Los Hombres de Negro (del inglés Men in Black, MIB) serían, según la tradición contemporánea más popular y la especulación de algunos grupos creyentes en el fenómeno extraterrestre, presuntos agentes secretos gubernamentales o extragubernamentales encargados de ayudar a ocultar una hipotética presencia extraterrestre en la tierra.

Tabla de contenidos

1 Presuntas características y función
1.1 Cómo son
1.2 Comportamiento
2 Historia
3 Opiniones
4 Referencias

Presuntas características y función

Artículo principal: conspiración del ocultamiento extraterrestre
Los Hombres de Negro tendrían como función confundir o amedrentar a investigadores y testigos de OVNIs y visitantes extraterrestres, además de confiscar supuestas evidencias de presencia alienígena, con el propósito de preservar del conocimiento público las visitas de extraterrestres a nuestro planeta.


Cómo son

Los detalles concernientes a estos personajes varían, pero algunas de las descripciones más comunes son:

Visten impecables trajes negros.

Viajan en automóviles del mismo color, predominando los modelos antiguos de Cadillac.
Su tez es oscura, o bien muy pálida, siendo sus rasgos faciales vagamente orientales. Voz atiplada, o de resonancia metálica.
Modales corteses pero amenazantes.
También se han descrito casos de comunicación telepática, sensación de vivencia onírica y otros sucesos desconcertantes.

Comportamiento

Los hombres de negro parecen poseer mucha información sobre las personas con las que se ponen en contacto, dando a entender que la gente con la que contactan ha sido objeto de un seguimiento exhaustivo durante un largo período de tiempo. Curiosamente, se dice que no están familiarizados con utensilios comunes en la vida diaria como podrían ser bolígrafos y cubiertos. A pesar de la homogénea apariencia externa que presentan, el comportamiento social puede variar considerablemente entre uno y otro hombre de negro. Normalmente, su modus operandi pasa por simular ser agentes que buscan información acerca de los fenómenos paranormales que hayan podido ver las personas a las que entrevistan. Según el folclore del fenómeno OVNI y las ideas más extendidas sobre los hombres de negro, éstos usan instrumentos especializados para borrar la memoria de los sujetos con los que hablan, con el objetivo conjunto de eliminar de la mente de los sujetos la vivencia de fenómenos paranormales. En ocasiones pueden llegar a ser muy distantes y reservados.


Historia

Quizá la primera vez que se mencionó a los hombres de negro fue en septiembre de 1953. Albert K. Bender, presidente de la International Flying Saucer Bureau (IFSB), anunció haber descubierto la verdad sobre los OVNIs, y que la publicaría en el siguiente nº de su revista. Este ejemplar jamás fue publicado, ya que Bender supuestamente recibió la visita de tres hombres que confirmaron sus suposiciones pero le prohibieron revelarla. A lo largo de los años, Bender ha ido revelando detalles sobre este encuentro y sobre sus descubrimientos.

Otro episodio célebre es el del dr. Herbert Hopkins, de Maine, que en 1976 recibió la visita de otro de éstos personajes, calvo, sin cejas ni pestañas, de piel pálida y labios pintados, que hizo desaparecer unas monedas y se despidió con la frase "Mi energía se está agotando, debo irme".


Opiniones

La opinión más extendida, incluso entre los defensores del fenómeno OVNI, es que los Hombres de Negro son un elemento puramente folclórico dentro de la ufología, fruto de la influencia mediática, la imaginación colectiva y la autosugestión, aunque hay estudiosos que opinan que debe haber cierto elemento real en el tema, debido a casos de extorsión y amenaza ocurridos a investigadores, por ejemplo, el de Albert K. Bender.



MIB-HOMBRES DE NEGRO :
MEN IN BLACK :

A medida que aumentan las observaciones de OVNIS, crece también la persecución de que son objeto los testigos... Las visitas de los siniestros hombres de negro, siempre amenazadoras o cuanto menos inquietantes, consiguen a menudo silenciarlos.


¿Quienes Son Los Hombres De Negro?

Son los HDN seres extraterrestres, o por el contrario pertenecen a la CIA.

Este es un gran misterio que la policía, los científicos y algunos ufólogos no han querido o no han podido investigar a fondo por lo tanto, no han comprendido en su cabal dimensión. Los llamados Hombres de Negro, es un tema difícil y escabroso para muchos.

Existen muchas especulaciones; unos comentan que son agentes de la KGB, de la desaparecida Unión Soviética, otros afirman que son agentes del FBI; otros mas opinan que son un grupo terrorista financiado por las mafias norteamericanas e italianas; otros cuantos mas señalan que son un grupo de brujos y hechiceros que han formado una "Orden Secreta" y que realizan practicas ocultistas, y el restante opina que son extraterrestres o "espías cósmicos".

Para contrarrestar todo este mar de dudas he aquí un breve , pero sustancioso articulo en el que tratamos la verdad acerca de los enigmáticos Hombres de Negro...

Para ubicar el origen de los llamados Hombres de Negro, hay que levantar la mirada hacia el espacio exterior. Efectivamente, hay que ubicarlos en el Cosmos. Son extraterrestres; una especie de "espías siderales", los cuales están formados por "agentes especiales" provenientes de distintas razas de alienígenas.


Objetivos Que Persiguen

El objetivo primordial es establecer la paz mundial. Están infiltrados entre el "bajo mundo" y de alguna manera impiden muchas masacres y destrucciones. Ellos son los responsables de la desactivación misteriosa de las armas nucleares que un país piensa arrojar a otro. Hacen llamadas anónimas a las autoridades con el fin de delatar a grandes mafias del narcotráfico. Protegen sin que se de cuenta nadie, a hombres importantes que son piezas claves en el mundo, cuya muerte podría provocar conflictos tremendos y hasta una Tercera Guerra Mundial.


Están En Todas Partes

Existen Hombres de Negro en el Pentágono, en el Kremlin, en Inglaterra, China, Japón, en todas partes de los cinco continentes. Las personas que los han visto los describen como "varones humanoides vestidos impecablemente con traje o con ropa negra".

Testimonios de decenas de personas los han visto descender de naves espaciales y detrás de cada suceso de importancia mundial.


Comunicación "Telepática"

Estos hombres casi no hablan.... Actúan. Se comunican telepáticamente entre ellos y tienen sus misiones que cumplir y su "territorio" que cuidar. Tres Hombres de Negro cuidaron a Margareth Thatcher cuando era presidenta del Reino Unido. Algunos otros estuvieran cuidando a Nixon hasta que sucedió el caso "Watergate". Cada presidente norteamericano tiene dos a cuatro Hombres de Negro que los cuidan.


Nadie Los Ha Contratado

Lo singular del asunto es que nadie los ha contratado y muy poca gente los ha visto. Son mandados por potencias extraterrestres para cuidar la estabilidad del planeta......


Conspiración A Albert Bender

Albert Bender, investigador que dijo saber el origen y propósito verdadero de los ovnis pero no pudo hacer publico su descubrimiento por causa de los Hombres de Negro.

"Viajé a lo Fantástico y encontré la respuesta", declaró Albert Bender, director del International Flying Saucer Bureau, organización amateur dedicada a los OVNIS, del estado norteamericano de Connecticut. "Sé qué son los platillos voladores." Desgraciadamente, el resto del mundo no se ha enterado, ya que a Bender se le impidió comunicar su descubrimiento al mundo. Como otros, recibió la visita de tres siniestros hombres vestidos de negro que consiguieron amedrentarle.

Bender tenía la intención de publicar sus decisivos descubrimientos en su propia revista, Space Review. Pero antes de hacerlo le pareció que debía exponer sus ideas a un colega. Le envió pues su articulo por correo y, pocos días después, llegaron los hombres.

Bender, que se había echado un momento en su cama porque no se encontraba muy bien, notó la presencia de "tres figuras oscuras" en la habitación. Las figuras se volvieron más claras. Todas vestían ropas oscuras. Parecían clérigos, pero llevaban sombreros de tipo Homburg. Era difícil distinguir sus caras porque los sombreros las ocultaban parcialmente y las sombreaban. La sensación de miedo desapareció... Súbitamente, los ojos de las tres figuras se iluminaron como linternas eléctricas concentrándose en mi. Parecían quemarme el alma y el dolor que sentía sobre los ojos se volvió casi insoportable. Entonces sentí que en aquel momento me estaban transmitiendo un mensaje por telepatía».

Sus visitantes confirmaron que Bender tenía razón en sus suposiciones acerca de la verdadera naturaleza de los OVNIS -uno de ellos llevaba consigo el informe de Bender- y le proporcionaron información adicional. Esto le aterrorizó tanto que se sintió muy dispuesto a aceptar sus exigencias de que cerrara su organización y dejara de publicar su revista. Se le dijo que no debía decir la verdad a nadie "por su honor de ciudadano americano".

¿Pretendería Bender que alguien crea su historia? Sus amigos y colegas quedaron atónitos; uno de ellos, Gray Barker, publicó un libro sensacionalista, They knew too much about flying saucers (Sabían demasiado sobre los platillos voladores), y el mismo Bender proporcionó una versión aún más extraña en su Flying Saucers and the Three Men (Platillos volantes y los tres hombres), publicado unos años después, en respuesta a los insistentes pedidos de sus ex-colegas. En él relataba una descabellada historia acerca de naves espaciales con bases en la Antártida, teoría que figura entre las más rebuscadas que se han dedicado a este tema. Se ha sugerido que la inverosimilitud de la historia de Bender se proponía despistar a los investigadores serios de OVNIS.

Créase o no, la versión original de la visita de los tres desconocidos presenta un enorme interés para los investigadores de OVNIS, por que existen muchos informes similares, provenientes a veces de personas que difícilmente pueden haberse enterado de la experiencia de Bender. Tanto quienes ven OVNIS como quienes los investigan pueden ser visitados por hombres de negro (HDN) y aunque la mayoría de los informes provienen de los Estados Unidos, hay otros que llegaron de Suecia, Italia, Gran Bretaña y México. Por otra parte, las visitas de los HDN se han venido produciendo durante tres décadas, al igual que las oleadas más importantes del fenómeno OVNI, y bien pueden haber tenido precursores en siglos anteriores.

Como la historia de Bender, la mayoría de los informes posteriores no sólo contienen detalles poco posibles, sino que son auténticamente ilógicos; prácticamente en todos los casos parecen existir más razones para descreer que para creer. Pero esto no elimina el misterio; simplemente exige que lo estudiemos desde otra perspectiva. Porque, hayan sucedido o no estas cosas, el hecho es que alguien informó acerca de ellas y, ¿por qué tanta gente iba a relatar estas extrañas y siniestras visitas, de forma independiente y, con frecuencia, de mala gana? ¿Y por qué sus relatos se parecen tanto entre si, y contribuyen de este modo a confirmar unas pautas persistentes que caracterizan uno de los mitos -o realidades- más poderosos de nuestro tiempo?


El Estereotipo Del Mito

Los HDN son los llamados agentes del silencio

El informe típico sobre HDN es más o menos como sigue: poco después de haber observado un OVNI, el sujeto (que puede ser un testigo o un investigador) recibe una visita. Con frecuencia, esto ocurre tan pronto que todavía no se ha producido un informe oficial ni una publicación. Para abreviar, los visitantes no pueden haber obtenido de forma normal la información que sin duda poseen: nombres, direcciones, detalles acerca del incidente y de la gente implicada.

La víctima está, casi siempre, sola en el momento de la visita, generalmente en su propia casa. Sus visitantes, que suelen ser tres, llegan en un gran coche negro. En Estados Unidos suele ser un prestigioso Cadillac, pero pocas veces de un modelo reciente. Al mismo tiempo, aunque se trata de un automóvil antiguo, lo más frecuente es que esté en perfectas condiciones, que esté escrupulosamente limpio por dentro y reluciente por fuera, y que presente incluso el inconfundible olor a "coche nuevo". Si el sujeto anota el número de matrícula y lo investiga, descubre siempre que se trata de un número inexistente.
Los visitantes son casi siempre hombres; muy raramente aparece una mujer, pero nunca más de una. Su aspecto se ajusta a la imagen estereotipada de un agente de la CIA o de los servicios secretos: llevan trajes oscuros, sombreros oscuros, corbatas oscuras, zapatos y calcetines oscuros, pero camisas blancas; los testigos comentan a menudo su aspecto impecable... toda la ropa que llevan parece recién comprada.
Las caras de los visitantes son descritas como vagamente extranjeras, casi siempre "orientales"; muchas descripciones hablan de ojos almendrados. Cuando su piel no es oscura, tienden a estar muy tostados. A veces aparecen toques extraños; en el caso del doctor Hopkins, que relataremos más adelante, el hombre de negro ¡parecía llevar los labios pintados de rojo! Los HDN tienen en general rostros serios y carentes de expresión; sus movimientos son rígidos y torpes. Su actitud es formal, fría, siniestra, casi amenazadora; nunca son simpáticos, aunque tampoco demuestran hostilidad. Los testigos han sugerido muchas veces que no parecían humanos.

Algunos HDN exhiben documentos de identidad y, por cierto, han aparecido llevando uniformes de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos u otros uniformes. Pueden mostrar tarjetas de identidad, pero como la mayor parte de la gente no reconoce las tarjetas de la CIA u otros servicios "secretos", eso no demuestra nada. Si dan sus nombres y el testigo trata de confirmarlos, descubre invariablemente que son falsos.

La entrevista incluye a veces un interrogatorio y, otras, una simple advertencia. De todos modos, los visitantes, aunque hacen preguntas, están muy bien informados y tienen acceso a informaciones secretas. Hablan con frases y entonación perfectas -a veces, demasiado perfectas- y su lenguaje suele tener reminiscencias del de los "malos" convencionales de las películas policíacas: "¡Caramba, señor Fulano; me temo que no me está diciendo la verdad!", "Señor Mengano. yo que usted no enviaría ese informe", amenazas corteses que tanto gustaban a los guionistas de Hollywood.

La visita termina casi invariablemente con una advertencia sobre la necesidad de no hablar con nadie del incidente (si se trata de un testigo) o de abandonar la investigación (si se trata únicamente de un investigador). A menudo se le amenaza con actos violentos. Y los HDN desaparecen tan súbitamente como habían llegado.

La mayor parte de los ufólogos de los OVNIS narrarían una historia como la precedente si se les pidiera que describieran una típica visita de HDN. Sin embargo, un examen comparativo indica que visitas tan "perfectas" ocurren pocas veces. Un estudio de 32 de los casos más detallados y fiables revela que muchos rasgos difieren de la historia arquetípica: en cuatro casos no se produjeron visitas, sino llamadas telefónicas, y, de los restantes, en cinco ocasiones había tres hombres, en dos había cuatro, en cinco había dos y en los demás un solo visitante.
Aunque el aspecto y la conducta de los visitantes se adapta en general al prototipo, varían de lo totalmente natural a lo totalmente estrafalario. El coche, pese a que en Estado Unidos es el medio de transporte más común, sólo es mencionado en un tercio de los informes; en cuanto a los detalles pintorescos -el Cadillac, el modelo anticuado, en perfecto estado- son más bien la excepción. De 22 informes norteamericanos, sólo 9 mencionan el coche; de éstos sólo tres eran Cadillac, sólo dos negros y sólo dos modelos antiguos.

Por otra parte, estos detalles arquetípicos tienden a ser más notorios en casos menos fiables, particularmente aquellos protagonizados por investigadores y no por quienes han visto un OVNI. Este hecho será relevante cuando consideremos las posibles explicaciones del fenómeno HDN.

Sin embargo, aunque el caso "ideal" de HDN no es universal en la práctica, tiene valor como una especie de retrato-robot, en el que figuran todos los rasgos que han sido observados. Quizás el caso que más se acerca al arquetipo sea el de Robert Richardson, de Toledo (Ohio), quien en julio de 1967 informó a la Aerial Phenomena Research Organization (Organización de investigación de Fenómenos Aéreos, APRO), que había chocado con un OVNI mientras conducía por la noche. Al salir de una curva, se había enfrentado con un extraño objeto que bloqueaba el camino; no había podido frenar a tiempo y lo había golpeado, aunque no con mucha fuerza. Justo después del impacto, el OVNI desapareció. Los policías que volvieron con Richardson al lugar sólo hallaron las marcas de su frenazo, pero en una visita posterior encontró un trocito de metal que, según él, podría provenir del OVNI.


Los HDN amenazaban a los contactados con no hablar sobre lo que habían visto

Tres días después, a las 11 de la noche, dos hombres de algo más de veinte años aparecieron en casa de Richardson y le interrogaron unos 10 minutos. No se identificaron, y Richardson -que después se sorprendió al recordarlo- no les preguntó quiénes eran. No estuvieron hostiles ni amenazadores; se limitaron a interrogarle. Observó que se marchaban en un Cadillac negro de 1953, o sea un modelo fabricado 14 años antes; cuando se investigó el número de la matrícula se descubrió que aún no había sido atribuido, lo cual demostraba que, fuesen cuales fuesen sus visitantes, se trataba de impostores.

Una semana después, Richardson recibió una segunda visita de dos hombres diferentes que llegaron en un Dodge moderno. Llevaban trajes negros y tenían la tez oscura; aunque uno de ellos hablaba perfectamente el inglés, el segundo tenía acento, y Richardson pensó que los dos tenían algo de extranjero. Al principio parecían tratar de persuadirlo de que no había chocado con nada, pero después le reclamaron el trozo de metal. Cuando les dijo que lo había entregado a la APRO para su análisis, lo amenazaron: "Si quiere que su esposa siga siendo bonita, le conviene recuperar el trozo de metal."

La existencia de ese fragmento de metal sólo la conocían Richardson, su esposa y dos socios importantes de la APRO; aparentemente, los dos desconocidos sólo podían haberse enterado de su existencia poniendo una escucha en su teléfono o en el de la APRO. No había una vinculación clara entre los dos pares de visitantes pero ambos compartían el acceso a informaciones que no eran del dominio público. Y quizás esa sea la clave del misterio que encierran los HDN.

LOS 'SILENCIADORES' :
Acallar como sea y para siempre a quienes se acercan demasiado a la verdad. Esa sería la misión de los ' hombres de negro' unos escurridizos individuos que atemorizan a los ufólogos y que Hollywood ha convertido en héroes

LUIS ALFONSO GÁMEZ

Son esquivos, expeditivos e implacables. Hay quien mantiene que trabajan para agencias gubernamentales; otros aseguran que forman parte de una avanzadilla extraterrestre; y algunos sospechan que son el brazo ejecutor de un gobierno en la sombra que rige los destinos de la humanidad desde un pasado remoto. Pero nadie lo sabe a ciencia cierta: todo son especulaciones. Los hombres de negro están entre nosotros. No son producto de la imaginación de un guionista cinematográfico. Al menos, eso es lo que cree buena parte de los ufólogos norteamericanos -y algunos españoles- desde que estos enigmáticos personajes silenciaron, hace cuarenta años, a ALBERT K. BENDER, director del Buró Internacional sobre Platillos Volantes (ISFB).

A pesar de su pomposo nombre, el grupo de Bender era uno más de los que comenzaban a proliferar en Estados Unidos a principios de los años 50, una organización cuyos miembros ansiaban el contacto físico con los tripulantes de los ovnis, «siempre y cuando ellos decidieran aterrizar en son de paz» [Sheaffer, 1981], y cuyo boletín necesitaba un golpe de efecto para hacerse un hueco en un disputado mercado. Así que Bender anunció en abril de 1953 que la siguiente entrega de la revista contendría importantes revelaciones sobre el origen de los platillos volantes. Sin embargo, cuando Space Review llegó a manos de los aficionados, no hubo ninguna información sorprendente. Y, para colmo de males, la revista desapareció seis meses después, tras advertir en sus páginas: «El misterio de los platillos volantes ya no es un misterio. Se conoce su origen, pero la información ha sido retenida por órdenes procedentes de instancias superiores... Aconsejamos a todos los que están comprometidos en trabajos relacionados con los platillos que, por favor, sean muy cautos» [Sheaffer, 1981].
Los rumores se apoderaron entonces de la comunidad ufológica. Según sus más cercanos competidores, Space Review había echado la persiana por razones económicas: la revista había perdido el apoyo inicial de una importante editorial y las instancias superiores sólo existían en la imaginación de Bender, que enmascaraba así su fracaso. El director del ISFB dio, sin embargo, su propia versión de los hechos. «Conozco el secreto de los discos», aseguró a sus más inmediatos colaboradores, antes de añadir que no podía revelarlo porque así se lo habían ordenado, bajo amenaza de muerte, tres misteriosos hombres vestidos de negro. Un año más tarde, el investigador JAMES MOSELEY fue también silenciado tras anunciar en Saucer News, su boletín, la publicación de «pruebas documentales irrefutables» sobre los ovnis [Sheaffer, 1981]. Y, a partir de ese momento, los MIB -del inglés men in black- empezaron a intimidar a ufólogos y testigos de apariciones de platillos volantes.

Muertos en el armario

Las descripciones de los silenciadores y sus métodos responden desde entonces a un mismo patrón Misteriosos individuos que viajan en grupos de tres a bordo de lujosos coches o helicópteros negros y se presentan ante sus víctimas cuando están solas. De mediana estatura y piel bronceada, visten traje, corbata y sombrero de riguroso luto -todo pasado de moda, pero impecable-, ocultan sus ojos tras gafas del mismo color -cuando no lo hacen, éstos son rasgados- y se identifican como agentes del Gobierno estadounidense. Tras dejar bien claro que están al corriente del trabajo de su interlocutor y de las pruebas que obran en su poder, le recomiendan que les entregue cualquier material comprometedor y que calle para siempre. Si no, su vida corre peligro. Esta amenaza, según algunos ufólogos, se ha hecho realidad en más de una ocasión.

El astrónomo MORRIS K. JESSUP habría sido una de las primeras víctimas de los hombres de negro. Autor de varios libros sobre ovnis, apareció asfixiado al volante de su automóvil el 20 de abril de 1959. Aunque la investigación oficial concluyó que se había quitado la vida -una manguera conectaba el tubo de escape con el interior del habitáculo-, muchos seguidores de los platillos volantes consideran que lo eliminaron los MIB, como al periodista FRANK EDWARDS, que falleció el 23 de junio de 1967, o al capitán EDWARD RUPPELT, que había sido director de uno de los proyectos secretos de investigación ovni de las Fuerzas Aéreas de EE UU. Pero en estos casos, y en otros similares, la evidencia brilla por su ausencia.

Edwards, por ejemplo, falleció por causas naturales, al igual que el investigador brasileño OLAVO T. FONTES y el capitán Ruppelt, quienes murieron de cáncer. Respecto a Jessup, el veterano ufólogo JEROME CLARK ha reiterado recientemente en Fortean Times -una de las más importantes revistas esotéricas- que, «como todos los que le conocieron han contado a quienes creen otra cosa, se suicidó por razones personales que nada tenían que ver con sus intereses ufológicos» [Clarke, 1997]. Los MIB, por lo tanto, no cuentan con más muertos en sus armarios que los colocados por los ufólogos. Y parece que tampoco son muy efectivos como silenciadores.

Secretos a voces

Basta recordar que Bender, su primer objetivo, no tuvo ningún inconveniente en contar su aterradora experiencia a GRAY BARKER para que la divulgara a los cuatro vientos en su libro They knew too much about flying saucers, publicado sólo tres años después de la amenazadora visita de los hombres de negro. Además, el propio Bender escribió en 1962 Flying saucers and the three men, una obra en la que mantiene que los siniestros personajes son extraterrestres. No ha sido el único que se ha burlado de las amenazas de los MIB.

James Moseley no sólo no se retiró de la circulación, sino que todavía sigue en la brecha. Continuó al frente de Saucer News hasta 1968 y, desde entonces, ha alumbrado diversos boletines: Saucer Cruise, Saucer Booze, Saucer Jews... En la actualidad, dirige Saucer Smear, una publicación accesible a través de Internet. «Si el supuesto 'silencio' de Moseley es una muestra de la eficacia de los 'hombres de negro', entonces podemos respirar tranquilos», sentencia el escéptico ROBERT SHEAFFER, autor de Veredicto ovni [Sheaffer, 1981].

Pero nada de esto importa a los negociantes de lo paranormal. El argentino FABIO ZERPA, que en los años 70 se ganaba la vida con un espectáculo ovni que escenificaba en cines de Latinoamérica y España, mantiene que los MIB «pertenecen a una gigantesca organización no sólo de origen terrestre, sino también extraterrestre, y poseen bases a lo largo y ancho del planeta» [Zerpa, 1979]. La finalidad de los hombres de negro, afirma, es evitar que el ser humano acceda al conocimiento oculto. Vamos, que son como el fumador de Expediente X, el personaje que hace la vida imposible a Mulder y Scully. Pero, por lo visto, bastante más torpes.

Referencias

Clarke, Jerome [1997]: «Disappearing ufologists». Fortean Times (Bristol), Nº 87 (Mayo).

Sheaffer, Robert [1981]: Veredicto ovni. Examen de la evidencia [The ufo verdict: examining the evidence]. Prologado por James E. Oberg. Trad. de Alberto Coscarelli. Tikal Ediciones (Col. «Eleusis»). Gerona 1994. 343 páginas.

Zerpa, Fabio [1979]: Los hombres de negro y los ovni. Editorial Plaza & Janés (Col. «Otros Mundos»). Barcelona. 288 páginas.


EL ORIGEN Y EL CASO HOPKINS :
Los llamados Hombres de Negro o Men in Black, comienzan a dar constancia de su "existencia" a finales de los años cincuenta, para intentar silenciar o despistar a los que querían hacer pública su experiencia con los OVNI's, siendo repetidamente molestados con misteriosas llamadas telefónicas, entrevistas directas y hasta amenazas, llegando incluso a ocurrir accidentes y muertes en circunstancias misteriosas.

Estos personajes suelen vestir con impecables trajes negros de corte clásico, corbata negra, zapatos negros de gruesas suelas de crèpe y camisa blanca, aunque también se han dado casos de ir vestidos con uniformes militares de alta graduación. Presentan credenciales falsas, se mueven solos o en grupos de tres y usan para desplazarse un antiguo e impecable Cadillac negro.

EL CASO DEL DR. HERBERT HOPKINS
Fue en la localidad de Maine (EE.UU.) el mes de septiembre de 1976, cuando el Doctor Herbert Hopkins de 58 años de edad, sometió a una regresión hipnótica a los implicados en una abducción ovni, grabando magnetofónicamente sus testimonios y conservando unas monedas como prueba de los hechos.

Una noche en la que se encontraba solo en casa, recibe la llamada de un hombre que se identifica como el vicepresidente de la Organización de Investigaciones OVNI de Nueva Jersey, solicitando una entrevista con él para discutir sobre el caso que lleva entre manos. El doctor Hopkins acepta tratar del tema.

La primera sorpresa surge cuando, al ir a encender la luz de la puerta de la casa para que la "visita" la encuentre más fácilmente desde el parking, ésta se encuentra ya subiendo los escalones de la misma.
Más tarde comentaría el Dr. Hopkins que: "No vi ningún coche, pero aunque el "visitante" lo hubiera tenido, era imposible que llegara a mi casa con tanta rapidez desde el teléfono más cercano".

Según el Dr. Hopkins, el hombre "vestía con un traje completamente negro, perfectamente planchado, con la raya del pantalón también perfecta, con sombrero y zapatos también negros, pero la camisa era de un blanco inmaculado. Por su aspecto creía que era el empleado de una funeraria.
Al quitarse el sombrero vi que era completamente calvo y que no tenía ni cejas ni pestañas. Su palidez era cadavérica, y durante la conversación, se frotó los labios que eran de color rojo brillante con los guantes, llevándose con ellos el color, igual que si los llevase pintados".

Después de esto, y sin saber porqué, el Dr. Hopkins continúa narrando la experiencia de sus pacientes y al acabar, el "visitante" le pide que le deje una de las monedas relacionadas con el caso. Éste la coge entre sus dedos y le dice al doctor que mire atentamente a la moneda y no a él.
Poco a poco, la moneda se va haciendo cada vez más borrosa hasta desaparecer por completo. En ese momento el "visitante" le dice: "Ni usted ni nadie más en este planeta volverá a ver la moneda otra vez", recomendándole a su vez que borre las cintas y abandone la investigación.

Tras charlar un rato más sobre temas ufológicos, el Dr. Hopkins advirte que el visitante habla cada vez más despacio, hasta que advierte: "...mi energía se acaba, debo irme", se levantó y se fué vacilante hacia la puerta, bajando los peldaños de uno en uno y de manera poco segura.

Al poco el Dr. Hopkins ve por la ventana un destello luminoso, una luz blanco-azulada totalmente distinta a la de los faros de un coche y aunque ni lo vió ni lo oyó, en aquel momento supuso que se trataba del coche del extraño, que se alejaba.

Más tarde, cuando regresaron su mujer y su hijo, fueron a examinar el camino, encontrando señales en el medio de la calzada y que no podían pertenecer a un coche. Al día siguiente, las marcas ya no estaban.

Alarmado por el incidente, el doctor intenta localizar la "Organización de Investigaciones OVNI" de Nueva Jersey a la que el "visitante" decía pertenecer, llegando al resultado de que tal institución no existía.
Más tarde y tras un extraño incidente sufrido por su hijo y su nuera, el Dr. Hopkins decidió borrar las cintas y abandonar la investigación.

CONCLUSIONES
Lo cierto es que si estos Hombres de Negro existen, su procedencia y propósito no están muy claros.
Para muchos pertenecen a una organización secreta, para otros son agentes del gobierno, otros creen que son miembros de una antigua raza terrestre que vive en remotas regiones de la tierra y para otros son agentes extraterrestres cuyo cometido es la de mantener oculto el fenómeno OVNI.

En enero de 1953, hubo una reunión secreta en Washington a la que acudieron importantes científicos y dirigentes de la CIA. Crearon un comité que discutió las constantes intromisiones en el espacio aéreo de los EE.UU. por parte de objetos no identificados y que ponían en alerta a sus fuerzas aéreas.
Se barajaron los riesgos de tomarlas como ataques de la antigua URSS, o como un incidente OVNI, considerando el impacto psicológico que produciría en la población el falso o cierto rumor de una invasión extraterrestre.

La decisión final fué investigar el tema en secreto mientras que se desacreditaban a los testigos o investigadores del suceso, se silenciaba a cualquiera que pudiera hablar y se elaboraba una campaña de desinformación.

La campaña dio el resultado esperado por ellos; de modo que el público dejó de tomar en serio a los ufólogos y a los testigos de los avistamientos de objetos volantes no identificados, además se introdujeron agentes de la CIA en cargos directivos de importantes organizaciones ufológicas para derivar las investigaciones a caminos equivocados y mantenerlos bajo control.

Debido a lo anteriormente expuesto, se pensó que los Hombres de Negro eran agentes del gobierno, pues muchas veces decían pertenecer a la CIA o a las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, exhibiendo las correspondientes tarjetas de identificación.

Lo cierto es que la gran frecuencia de las apariciones de estos Hombres de Negro alarmó a los altos cargos del Pentágono y el Coronel George P. Freeman, portavoz del Pentágono, reconoció en febrero de 1967 que: "...hombres misteriosos con uniformes de las fuerzas aéreas o luciendo credenciales de agencias gubernamentales, han venido silenciando a testigos de supuestos OVNI's".
También reconoció haber investigado numerosos casos sin poder identificar o atrapar a los autores, ya que estaban cometiendo un delito federal al asumir cargos que no poseían..., el asunto parecía preocuparles tanto como a los demás.

Sin embargo, lo extraño de su aspecto y modo de actuar hace pensar que puedan ser realmente parte del fenómeno extraterrestre.
Las personas que han recibido sus visitas siempre se han mostrado extrañamente relajadas ante su presencia a pesar de su forma de actuar, sólo recuerdan el aspecto general del "visitante" sin poder entrar en muchos más detalles.

La manera de presionar a sus víctimas nunca es directa, se les convence de que lo que vieron eran otra cosa, que estaban ebrios o que quizás no le convendría hacerlo público por no hacer el ridículo.

Resumiendo, la historia de los Hombres de Negro está tan llena de misterio e incongruencias como el resto de los temas relacionados con los extraterrestres y los OVNI's.

LOS HOMBRES DE NEGRO

POR JAIME PADILLA

El doctor Herbert Hopkins, que residía en Maine (EE.UU.) sometió a regresión hipnótica a los implicados en una abducción ovni en Septiembre de 1976, recogiendo sus testimonios en grabaciones y conservando unas monedas como prueba de los hechos para continuar investigando el tema.

Poco después, mientras se encontraba sólo en su casa una noche, recibe la llamada de un hombre que se identifica como vicepresidente de una organización ufológica para pedirle una cita para hablar de las regresiones; el doctor se muestra de acuerdo en tratar el asunto y nada más colgar ya lo tiene llamando a su puerta sin que pueda ver coche alguno delante de su casa.

El visitante es un hombre calvo, sin cejas ni pestañas, con los labios pintados en su piel pálida como la de un cadáver, viste completamente de negro salvo por la camisa blanca. Toda su ropa está impecable y perfectamente planchada. H. Hopkins narra la experiencia sufrida por sus pacientes y al acabar, el visitante le pide que le deje una de las monedas. Éste la coge entre sus dedos y ante la mirada atenta del doctor la moneda se va haciendo cada vez más borrosa hasta desaparecer. Como le explica el visitante, jamás volverá a verla en este planeta, además le recomienda que borre las cintas y abandone las investigaciones.

Ambos continúan charlando sobre temas ufológicos, hasta que el visitante habla cada vez más despacio para terminar diciendo: "Mi energía se está agotando, debo irme"; se levanta y sale tambaleándose por la puerta. Al poco el doctor ve un destello luminoso por la ventana. Alarmado por el incidente el doctor pregunta por el extraño individuo a la organización a la que dijo pertenecer sin que nadie le conociera. Tras otro incidente sufrido por su hijo y su nuera el doctor decidió abandonar la investigación y borrar las cintas.

Son los llamados Hombres de Negro, MiB (Men in Black en inglés), que aparecieron en los años cincuenta cuando el fenómeno ovni estaba interesando al público, intentando silenciar o despistar a los que querían saber la verdad o hacer pública su experiencia. Visten con uniformes militares de alta graduación, o con trajes impecables y negros de corte anticuado pero nuevos, presentan credenciales falsas, su piel es pálida o aceitunada, se mueven solos o en grupos de tres usando en sus desplazamientos un coche negro antiguo pero nuevo. ¿Son agentes de alguna organización secreta o auténticos extraterrestres?

Hay quien defiende su existencia desde tiempos bíblicos, pero la historia moderna sitúa sus comienzos en la segunda mitad de este siglo. Albert K. Bender creó en EE.UU. una de las primeras organizaciónes ufológicas, la IFSB, que en 1953, tras veinte meses de vida ya poseía importancia internacional. En verano de ese año había hecho grandes progresos en sus investigaciones y prometió publicar en su revista para octubre la verdad sobre el fenómeno OVNI. Pero cuando ya tenía el artículo escrito recibió la visita de tres misteriosos hombres vestidos de negro que leyeron su escrito y confirmaron sus descubrimientos, pero le coaccionaron para evitar su publicación. Al poco Bender disolvía la IFSB alegando sólo que el misterio estaba desvelado pero que la verdad estaba siendo ocultada por una alta fuente.

Para muchos, estos MiB venían del gobierno a raíz de la investigación del IFBS sobre una explosión en el cielo con caída de objetos metálicos en Connecticut el 19 de agosto de 1953. El gobierno USA se empezaba a encontrar molesto con las intromisiones de la organización y la dimensión que empezaba a tomar; además la IFBS estudiaba las trayectorias de los objetos para obtener las bases de origen. Tres agentes del gobierno habrían coaccionado a Bender para terminar la investigación y con la organización.

Pero para Grey Barker, uno de los colegas de Bender, el hecho era más que eso, de modo que siguió investigando encontrándose con más apariciones de estos MiB recibidas por los miembros del IFBS en Nueva Celanda y Australia.

Por otra parte, en Enero de 1953 en Washington hubo una reunión secreta a la que acudieron importantes científicos y dirigentes de la CIA, llamados por el doctor H. P. Robertson. Configuraron un comité que discutió las implicaciones de las constantes intromisiones en el espacio aéreo de los EE.UU. por parte de objetos volantes no identificados que ponían en alerta a las fuerzas de defensa. Se barajaron los riesgos de tomar una de ellas como un ataque de la URSS, o que un verdadero ataque fuera camuflado como otro incidente OVNI, se consideró también el impacto psicológico en la población que produciría el falso o cierto rumor de una invasión extraterrestre.

Se optó por investigar el tema en secreto mientras que se desacreditaban a los testigos o investigadores del tema, se silenciaba a cualquiera que pudiera hablar y se elaboraba una campaña de desinformación. La campaña dio resultado de modo que el público dejó de tomar en serio a los ufólogos; además, se introdujeron agentes de la CIA en cargos directivos de importantes organizaciones ufológicas (NICAP y APRO) para conducir las investigaciones por caminos equivocados y mantenerlos bajo control.

De acuerdo con esto, los famosos MiB podrían ser estrafalarios agentes del gobierno encargados de silenciar testigos a la vez que desacreditarlos al describir sus extrañas visitas. Sin embargo lo cierto es que la cantidad de casos también alarmó a los altos cargos del pentágono, el coronel George P. Freeman, portavoz del Pentágono, reconoció en febrero de 1967 que: "...hombres misteriosos con uniformes de las fuerzas aéreas o luciendo credenciales de agencias gubernamentales, han venido silenciando a testigos de OVNIs". Reconoció también haber investigado numerosos casos sin poder identificar o atrapar a los autores, que estaban cometiendo un delito federal al asumir cargos que no poseían.

Lo cierto es que estos MiB existen y su finalidad es la de mantener oculto el fenómeno OVNI, aunque su procedencia y propósito último se hallen ocultos. Para muchos pertenecen a una organización secreta regida por un grupo selecto.

Sin embargo, lo extraño de su aspecto y modo de actuar hace pensar que puedan ser realmente parte del fenómeno extraterrestre. Las personas que han recibido sus visitas siempre se han mostrado extrañamente relajadas ante su presencia a pesar de lo raro de su aspecto, sólo recuerdan el aspecto general del MiB sin poder entrar en detalles, la única vez que se fotografió uno su cara salió en negro. La manera de presionar a sus víctimas nunca es directa, se les convence de que lo que vieron eran otra cosa, que estaban ebrios o que quizás no le convendría hacerlo público. Para ello usan "trucos" como cambiar el color de sus ojos o los rasgos faciales, hacer desaparecer objetos o abrir y cerrar puertas sin tocarlas. Otras veces se contentan con aparecer en una oficina reteniendo a sus ocupantes durante un tiempo para luego irse por donde vinieron sin más.

Quizás sean agentes del gobierno que se comportan de manera estudiadamente extraña, o quizás agentes extraterrestres, en ambos casos encargados de silenciar testigos, pero, ¿con que fin?

A continuación se transcribe la conversación del agente Charles White con un MiB que le visitó a raíz de su encuentro con un OVNI:

White: (El teléfono suena en su casa y él lo coge) ¿Hola?

Al teléfono: Hola, Sr. White, soy de "UFO Truth Monthly", querría tener una entrevista con Vd. sobre su reciente "encuentro" para nuestra próxima edición, ¿estaría Vd. interesado?

White: sí, ¿cuándo querría que fuera la entrevista?, cualquier momento es bueno para mi.

Al teléfono: muy pronto, llego en un momento. (cuelga)

White: ¿como?... (se escucha llamar a la puerta) (White se acerca y ve por la mirilla a un hombre vestido de negro con un coche negro Delta 88 aparcado enfrente) ¿quién es?

Mr. Black: soy Clinton Black de "UFO Truth Monthly", mi gente me ha dicho que ya había hablado con Vd.

White: (abre la puerta) ¿cómo?, ¿ahora mismo?, ¡si acabo de colgar el teléfono!

Mr. Black: quizás esté demasiado cerca su ciclo de sueño, puedo volver para la próxima rotación.

White: no, no, entre. (Black entra directamente al salón). ¿Quiere algo de beber. Soda, café?.

Mr. Black: agua estaría bien.

White: (trae un vaso de agua para Black y uno de soda para él). Bien, ¿qué quería saber?

Mr. Black: mi gente querría saber qué creyó ver exactamente a las 2:19 am de la mañana del 7 de Julio, séptimo mes del año 1996 después de Cristo.

White: bien, yo SE que vi un OVNI, estaba a unos 30 pies de distancia y era algo parecido a lo que se ve en "Space Patrol Comics". Apareció detrás de la colina en la que yo había acampado y salió disparado hacia el cielo. Tenía mi cámara y le hice unas fotos antes de que desapareciera. No era un helicóptero, ni un globo y definitivamente no era de la Tierra. Tuvo que ser una nave de otro planeta.


Mr. Black: ¿y no podría ser cualquier otra cosa?, su gobierno mantiene muchos secretos ocultos a los ciudadanos, quizás fuera simplemente un nuevo tipo de avión en pruebas. Pudo ser fácilmente un sueño inducido por un mal trozo de comida. Quizás fuera el juguete de un niño que tomó por error como un avión.

White: mire, yo sé lo que vi, ¡y no era un juguete!, tengo fotos, no fue un sueño, y seguro que no pertenece al gobierno, ¡ellos no tienen ese tipo de tecnología!

Mr. Black: ¿seguro?, ¿no podría ser un fenómeno de otro tipo?, los Humanos saben lo pequeño que es el mundo y no podemos rechazar la posibilidad de que se tratase de un fenómeno de la naturaleza. Sus sentidos pueden engañarle, especialmente si ha ingerido intoxicantes.

White: ¿qué intoxicantes?, ¿de qué está hablando?

Mr. Black: intoxicantes como el que está ingiriendo ahora. creo que lo llaman "whisky"

White: ¿qué?, ¿está Vd. ciego?, esto es soda ¿ve? (alzando el baso ve que ahora está lleno de whisky) vaya... ¿cómo lo ha hecho?

Mr. Black: yo no hice nada, Vd. me ofreció liquido fermentado cuando entré.

White: ¡no lo hice!, traje un baso de soda para mi y uno de agua para Vd. ¿ve? (mira al baso de Mr. Black que ahora contiene leche). Espere un momento, ¡yo le traje agua!

Mr. Black: no, yo le pedí lactosa. Escuche la conversación que tengo grabada. (saca una grabadora, rebobina la cinta y la pone en marcha)

Casette: "White: ¿puedo traerle una bebida?, ¿whisky quizás?, odio beber solo."


Casette:" Mr. Black: leche estaría bien" (Black para la grabación)

White: creo que voy a perder la cabeza.

Mr. Black: ¿hacemos una pequeña prueba?, cierre los ojos.

White: ¿por qué?

Mr. Black: es una prueba para que vea cómo sus sentidos pueden engañarle.

White: (reticente) vale..., ya están cerrados.

Mr. Black: ahora dígame, ¿tengo barba?, ¿de qué color son mis ojos?

White: venga ya. Está perfectamente afeitado y sus ojos son marrones. (abre los ojos y ve como de ahora Mr. Black tiene perilla y ojos verdes). ¿cómo...?

Mr. Black: como que falló. Ha estado ingiriendo intoxicantes - aunque se lo niegue - y posiblemente los estuvo ingiriendo la noche de su "encuentro". Ahora estoy seguro de que sus fotos serán falsas. Vd. se equivoca, vio el juguete de un niño, y no lo olvidará cuando le pregunten mañana. Por su propio interés dirá que vio el juguete de un niño.


White: Vd. es uno de ellos, ¿verdad?, uno de esos Hombres de Negro. (suena el teléfono, Mr. Black le echa un vistazo y éste para en mitad de la llamada)

Mr. Black: mi nombre es mister Black, y ahora debo irme. Otros vendrán pronto a hablar con Vd. sobre este asunto. Espero que les diga cosas que puedan entender. Buenas noches.

(Mr. Black se encamina a la puerta que se abre delante de él y se cierra tras de sí. White va hacia la puerta e intenta abrirla pero no puede, cuando lo logra ya no puede ver rastro de Mr. Black ni de su coche.)



MIB,POR DAVID TANSLEY :
"Los hombres de negro", del libro "Mensajeros de la luz" , David Tansley, 1977. Estudio sobre el fenómeno paranormal . Neville Spearman, Gran Bretaña. Por Henzo Lafuente black men

Desde los años cincuenta la gente que ha investigado seriamente sobre ovnis han sido repetidamente molestada con misteriosas llamadas telefónicas y entrevistas directas, acompañadas por feroces amenazas. Han ocurrido accidentes extraños, ha muerto gente en circunstancias misteriosas y, en general, se ha hecho quedar bien claro que investigar demasiado a fondo en la naturaleza de los ovnis era meterse en problemas. Estos suelen adoptar meen in black la forma de los "hombres de negro". Donde aparecen, lo hacen normalmente en grupos de tres, vestidos con trajes negros y calzados con zapatos de gruesas suelas de crèpe. Unas veces van a la moda y otras con m3n in black varias décadas de retraso. Las ropas son nuevas, y todos los objetos que llevan parecen salidos de fábrica. Suelen llegar en un Cadillac tipo limousine o, en una ocasión concreta, en un Buick negro de un modelo anticuado pero que olía por dentro como coche nuevo.

Todo el mundo se deshace en conjeturas sobre la identidad de estos hombres de negro. En un principio, los investigadores pensaron si serían agentes del gobierno, porque muchas veces decían ser de la C.I.A. o de las altas jerarquías de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos, mmen in black exhibiendo las correspondientes tarjetas de identificación. Luego, los informes sobre sus visitas se hicieron tan frecuentes que los organismos gubernamentales se empezaron a preocupar y a desmentir los rumores que los asociaban con los hombres de negro. Aparentemente, el asunto parecía preocuparles tanto como a los demás.

En septiembre de 1953, estos men in lack individuos visitaron al experto en ovnis Albert K. Bender, organizador de la oficina internacional de platillos volantes que había emprendido men i black en serio la tarea de aclarar los misterios en torno a los ovnis. Bender pensaba que había dado con la solución, y poniendo sus opiniones por escrito, las envió por correo a un amigo. Cuando estos individuos llegaron, tenían en su poder el material, que nunca llegó a su destino. Le dijeron que había sido el único entre todos los investigadores en dar con la respuesta. Para su edificación, le añadieron unos cuantos detalles más que no conocía, asustándole de tal forma que se puso enfermo y no probó bocado en varios días. A partir de entonces Bender fue un hombre cambiado, que no quiso volver a hablar de ovnis con nadie. Terminó escribiendo un libro titulado Flying Saucers and the Three Men (Los platillos volantes y los tres hombres), en el que dijo que contaría todo lo que le había sucedido. En realidad lo único que hizo fue complicar más las cosas cuando mencionó su proyección astral a una base de platillos volantes situada en el Antártico. El libro parecía ser sólo una tapadera de lo que había ocurrido en realidad.

Bruce Cathie, estando en Nueva Zelanda, fue abordado en un hotel, durante uno de sus vuelos. Había dado a conocer que llevaba consigo fotografías de las misteriosas antenas que se estaban multiplicando en la zona donde vivía. Tres individuos se hallaban sentados en una mesa cercana, y uno de ellos se le acercó y trató de darle conversación, mientras el sobre estaba sobre la mesa, a su vista. El hombre trató de que Cathie le pusiera en él un nombre y una dirección donde se le pudiera localizar. Cathie estaba preparado para esto y no accedió. Finalmente, se disculpó y subió a su habitación, volviendo a bajar para poner sus fotos en la caja fuerte del hotel. Los hombres ya no estaban allí, y al preguntarle a la chica de recepción cuándo habían pasado por allí, ella le dijo que nadie se había marchado. Parece que estos seres tienen la desconcertante costumbre de desvanecerse literalmente en el aire.

Otro investigador tuvo una importante demostración aún más espectacular de esta capacidad cuando los tres hombres le visitaron en su trabajo, a primera hora de la mañana, ordenándole que abandonase ciertas líneas de investigación que estaba siguiendo. El les aseguró que ya había pensado hacerlo, y se marcharon por una puerta cercana. mn in black El les siguió inmediatamente, abriendo la puerta sobre un pasillo vacío impregnado de un olor como el que hubiera dejado una fuerte descarga eléctrica. En un instante, los hombres se habían esfumado. en in black

En su libro The Mothman Prophecies (Las profecías del Hombre Polilla), John Keel tiene constantes tropiezos con los Hombres de Negro. Estos intervienen sus llamadas telefónicas, tratan de secuestrar a los que han tenido contacto con los ovnis, amenazan a todo el mundo, y hacen la vida imposible dondequiera que vayan. A veces se expresan con bastante claridad; otras parecen tener problemas para transmitir unas ideas que tengan sentido.

Uno de los más interesantes contactos con los hombres de negro tuvo lugar el 9 de enero de 1967 en casa de Edward Christiansen, en Wildwood, New Jersey. A las cinco y media de la tarde, un hombre de extraño aspecto llamó a la puerta. Cuando le abrieron, dijo que pertenecía a la Oficina de Localización de Herederos, y que era posible que el señor Christiansen hubiera heredado mucho dinero. Se hizo pasar al forastero, y se vio que era un tipo poco corriente, con una estatura por lo menos de dos metros, hombros muy anchos, y que debía pesar alrededor de los ciento cincuenta kilos. Llevaba un largo abrigo negro de tela muy fina, y un gorro de estilo ruso. Al quitárselo, descubrió una gran cabeza con el pelo cortado al rape y una zona perfectamente redonda que parecía afeitada. Tenía los ojos saltones como si padeciese de tiroides, y uno de ellos era vidrioso y mal sincronizado con el otro. Gigi, el perro de los Christiansen, le cogió una aversión inmediata, que hizo patente con sus gruñidos y ladridos.

El hombre empezó a hacer una serie de preguntas sobre los datos personales de Edward Christiansen, dando la explicación de que era para averiguar si se trataba del hombre que mencionaba el legado. Tenía una voz curiosamente metálica, que parecía emitida por el altavoz de un computador, monótona y fría. Cuando se sentó, sus pantalones, ya bastante cortos, se levantaron, y Mrs. Christiansen y su hija Connie observaron fascinadas un cable verde que le salía del calcetín y subía por su pierna, pareciendo entrar en ella por una muesca antes de perderse en sus pantalones. Con esto y con su singular aspecto pálido y enfermizo, aquel forastero tenía una apariencia singular. Cuando se le ofreció tomar algo rehusó, y dijo que dentro de diez minutos necesitaría un vaso de agua. Durante la entrevista, la familia observó que su rostro se iba poniendo cada vez más rojo, hasta que terminó pidiendo el vaso de agua, que se bebió de un trago con una gran píldora amarilla. Esto pareció devolverle a sus estado normal.

Al terminar la visita. Mrs.Christiansen decidió observar la marcha del hombretón. Desde la oscuridad de la puerta de su cocina, le vio hacer una llamada con la mano, y un Cadillac negro del año 1963 surgió de las sombras con las luces apagadas. El desconocido entró en él y se fue.

Al día siguiente, el señor Christiansen recibió una llamada telefónica con una voz femenina que le explicó que el Edward Christiansen que buscaba la oficina de Herederos había sido localizado en California. El le dió las gracias y colgó. El anterior mes de noviembre, la familia Christiansen había visto un ovni; parece ser que esto fue lo que provocó la visita de los hombres de negro, aunque no se mencionó para nada la visita ni se le hizo amenaza alguna.

La saga de los Hombres de Negro está tan llena de incongruencias como todos los demás aspectos de las experiencias con ovnis. Pero lo que realmente me interesa es que se ajustan como un guante a la teoría de los aliados que adoptan la forma que el espectador espera. ¿Qué epopeya cósmica no estaría completa si su trinidad de individuos que representan a las fuerzas del mal, que hacen retroceder a los valientes investigadores en un espléndido combate de gladiadores, las fuerzas de la luz contra el poder de las tinieblas? men in black mp3 Llegan, con un perfecto estilo gángster, en limousines negras, y vestidos con trajes negros a la moda de los años veinte. Todo lo suyo es raro: sus ropas, su manera de hablar; sus carteras, peines y efectos personales son siempre nuevos; sus coches, aunque sean modelos antiguos, tienen el aspecto y el olor de salir de fábrica. El "metálico" visitante de los Christiansen parecía casi una réplica del monstruo de Frankenstein, con voz de computador, cable subiéndole por la pierna y todo el equipo. También es interesante el detalle del vaso de agua, porque todo gasto considerable de energía psíquica parece quemar la humedad del cuerpo. El individuo concretó mucho la duración de la visita: sólo cuarenta minutos... ¿Es ése el tiempo durante el cual un aliado o compositum puede sostener la apariencia de un cuerpo físico?the black men calendars

Se han presentado muchas teorías sobre la identidad de estos "hombres". Unos dicen que son agentes black men in calendars del gobierno americano; otros que son miembros de una antigua raza terrestre que vive en remotas regiones de la tierra, desconocida de los hombres. Existe men in black - will smith también la teoría de que son los "malos" entre nuestros hermanos del espacio, sean quienes fueren. A mí, desde luego, no me sorprende que tengan que ver con los ovnis, ya que añaden the men in black una nueva y amenazadora dimensión al drama, y acrecentan el misterio de una cuestión que ya está saturada de elementos alucinantes. No hay duda de que son peligrosos, pero se trata de unas fuerzas inexplicables que vincent d onofriohan estado siempre con nosotros y que, mientras no hayamos aprendido los misterios de estas vidas elementales que pululan por el mundo, seguiremos en contacto con ellos por una u otra razón.barry sonnenfeld


MIB,SEGUN ELRON :
¿Quienes son los hombres de negro?

Este es un gran misterio que la policía, los científicos y algunos ufólogos no han querido o no han podido investigar a fondo por lo tanto, no han comprendido en su cabal dimensión. Los llamados Hombres de Negro, es un tema difícil y escabroso para muchos. Existen muchas especulaciones; unos comentan que son agentes de la KGB, de la desaparecida Unión Soviética, otros afirman que son agentes del FBI; otros mas opinan que son un grupo terrorista financiado por las mafias norteamericanas e italianas; otros cuantos mas señalan que son un grupo de brujos y hechiceros que han formado una "Orden Secreta" y que realizan practicas ocultistas, y el restante opina que son extraterrestres o "espías cósmicos".

Para contrarrestar todo este mar de dudas he aquí un breve , pero sustancioso articulo en el que tratamos la verdad acerca de los enigmáticos Hombres de Negro...

Para ubicar el origen de los llamados Hombres de Negro, hay que levantar la mirada hacia el espacio exterior. Efectivamente, hay que ubicarlos en el Cosmos. Son extraterrestres; una especie de "espías siderales", los cuales están formados por "agentes especiales" provenientes de distintas razas de alienígenas.

OBJETIVOS QUE PERSIGUEN

El objetivo primordial es establecer la paz mundial. Están infiltrados entre el "bajo mundo" y de alguna manera impiden muchas masacres y destrucciones. Ellos son los responsables de la desactivación misteriosa de las armas nucleares que un país piensa arrojar a otro. Hacen llamadas anónimas a las autoridades con el fin de delatar a grandes mafias del narcotráfico. Protegen sin que se de cuenta nadie, a hombres importantes que son piezas claves en el mundo, cuya muerte podría provocar conflictos tremendos y hasta una Tercera Guerra Mundial.

ESTÁN EN TODAS PARTES

Existen Hombres de Negro en el Pentágono, en el Kremlin, en Inglaterra, China, Japón, en todas partes de los cinco continentes. Las personas que los han visto los describen como "varones humanoides vestidos impecablemente con traje o con ropa negra".

Testimonios de decenas de personas los han visto descender de naves espaciales y detrás de cada suceso de importancia mundial.

COMUNICACIÓN "TELEPÁTICA"

Estos hombres casi no hablan.... Actúan. Se comunican telepáticamente entre ellos y tienen sus misiones que cumplir y su "territorio" que cuidar. Tres Hombres de Negro cuidaron a Margareth Thatcher cuando era presidenta del Reino Unido. Algunos otros estuvieran cuidando a Nixon hasta que sucedió el caso "Watergate". Cada presidente norteamericano tiene dos a cuatro Hombres de Negro que los cuidan.

NADIE LOS HA CONTRATADO

Lo singular del asunto es que nadie los ha contratado y muy poca gente los ha visto. Son mandados por potencias extraterrestres para cuidar la estabilidad del planeta......

EXISTEN DIFERENTES TIPOS DE HOMBRES DE NEGRO

Fuente :Bibiana Bryson