Hasta ahora, casi todas las fotos de Marte eran en “blanco y negro” o “sepia” algo ridículo dado el estado del Arte de la tecnología existente hasta nuestros días.
Periódicamente llegan fotos en color pero extrañamente retocadas como las que verán seguidamente procedentes de la misión Mars Rover : ¿Qué sentido tiene retocarlas? Como ingenuamente apuntaba ya un blog de expertos en fotografía
Estas dos imagenes , supuestamente reales sin retocar nos evidencian varias cosas , no aparece el cielo , en las banderas aparece un rojo intenso fuera de lugar , cromados sin una mota de polvo y sera porque en Marte no hay polvo en suspension o al paso de Mars Rover y ventiscas de cierta importancia , si observamos la primera foto , casualmente en blanco y negro aparece el cielo Marciano , polvo y desgaste en las ruedas y brazo robótico ,volvemos a observar las fotos a color y percibimos brillos extraordinariamente fotoshop en las partes metálicas ,la atmósfera Marciana llena de partículas en suspension no creemos que los rayos del Sol lleguen con esa intensa nitidez y reflectancia que mas parece anuncio de dentífrico que un brazo robótico alojado en Marte , planeta supuestamente inhóspito , polvoriento y lleno de relieves donde el desgaste parece obvio como muestran las ruedas de la primera imagen .
Dicho de forma llana: Son imágenes incompatibles entre sí. ¿En qué quedamos?. Efectivamente resulta curioso seguir viendo las pocas imágenes disponibles en color hasta hace poco en tiempos en que los medios audovisuales de calidad digital son capaces de pixelizar hasta los poros de la piel en caso necesario con resoluciones de vértigo.
Veamos la siguiente imagen de la Mars Rover, un auténtico despliegue de efecto sepia con un extraño color del cielo.
Ese sospechoso efecto sepia recuerda a un “artificial” atardecer en Riotinto.
No hay apenas diferencia con el paisaje de la Mars Rover, salvo que la foto inferior es de “Rio Tinto (Huelva) con el mismo efecto retoque aplicado a la superior, y si no, vean la original:
Sutil diferencia. Hemos retocado de forma muy sencilla la imagen. Hasta un niño puede hacerlo. El procedimiento es sencillo.
Los tonos “ocres” son cálidos y los azules: “Cielo” fríos. Supongamos que el paisaje marciano es parecido al de Rio Tiento, tal y como aseguran muchos expertos de la NASA. Basta con cambiar la temperatura del color para tener el efecto de la imagen superior. “Arriba reflejamos un efecto de color de -60 Grados centígrados” . En la imagen inferior la temperatura real “20ºC”.
Curioso veamos lo que sucede con la imagen superior de Marte.
Un color que nos resulta mucho más familiar.
Veamos la comparación:
Un paisaje mucho más familiar. Unos colores con matices reales como cualquier fotografía que tomamos habitualmente en paisajes como, por ejemplo, las Islas Canarias.
Pero sigamos:
Respecto de la imagen de la composición de las capas del suelo:
Los metales, colores y contrastes recuperan su color natural. Arriba la foto de la Mars Rover con una temperatura de -50ºC aplicada en filtro de color. Abajo una foto normal a 20ºC de temperatura ambiente. Color natural de los metales.
Pero sigamos, vamos a seguir analizando imágenes de Marte:
El planeta rojo: Lugar inhóspito. Contrastes térmicos aberrantes con temperaturas que alcanzan incluso -100Cº en el invierno marciano de las zonas ecuatoriales. (No tiene mucho sentido, ya que Marte tiene estaciones y el día marciano implica rotación en 24 horas, al igual que el terrestre). La órbita de Marte se encuentra justo en el límite de la zona habitable del Sistema Solar, (1,381497 UA en el verano y 1,66 UA en el invierno). Ello genera estaciones de mayor duración que la Tierra en días. El año marciano dura casi 780 días con lo que las estaciones son más largas.
Evidentemente algo no cuadra con los datos oficiales.
Pero sigamos: Ahora trabajaremos con una zona volcánica tropical:
Un bello paisaje de una isla tropical de nuestro hermoso planeta. Temperatura media 20º. Paisaje volcánico.
Ahora vamos a suponer un interesante “juego”, suponiendo que vivimos en Marte y hemos mandado una misión a la Tierra.
Hoy vamos a pensar como los chicos de la recepción de los datos de la Rover, no así como los de la Spirit. Se aprecian zonas verdes y un día muy soleado en la zona de las fotos. Pensemos que vamos a informar a nuestros ciudadanos marcianos de cómo es esa zona geográfica donde hemos enviado la máquina de fotos. Llamaremos a la misión Terrestrial Explorer, y supongamos que los presuntos habitantes de ese planeta son teleadictos y al igual que en nuestro planeta consumidores habituales de información enlatada. (Un porcentaje muy alto de ellos, 90% si vieran esta imagen querrán ir allí, algo inconcebible, pues no nos interesa que algo tan precioso se difunda, pues no podríamos controlar la fuga de talentos allí). Seguro que si se supiera, muchos intentarían gastarse toda su fortuna en desarrollar un medio de transporte o explotar viajes turísticos allí….(Todo ello, sin contar las cuestiones de soberanía, defensa, energéticas, económicas, culturales…Derivadas del contacto entre dos planetas…etc…) (Al poder dominante, se le acabarían los argumentos para imponer el principio de la gestión de la Escasez, porque tendríamos vecinos y querríamos dominarlos…En fin….)
No puede ser…Así que, por el momento….Vamos a trabajar en la recepción para que los datos que se reciban de ese hermoso planeta azul, sean poco atractivos. Idea….Muy sencillo. Emitir las fotos de las zonas más feas, menos exóticas y hacerlo en color sepia o en blanco y negro, de esa forma conseguimos no despertar demasiado interés. Así que decidimos, mostrarlo así: (Total nadie sabe lo que estamos fotografiando)
Nos encontramos en un lugar completamente árido y desolado. La luz del sol es cegadora debido a su proximidad al Sol, con temperaturas superiores a los 100ºC, en verano donde el agua se ha evaporado completamente, generando un efecto invernadero continuo que se incrementa con la actividad volcánica. Es imposible encontrar vida allí, ya que el entramado de las nubes cubre prácticamente la totalidad del planeta lo que impide la fotosíntesis y en invierno las precipitaciones generan hielo en la superficie con temperaturas extremas de -100ºC.
Veamos ahora el diagrama comparativo:
Por increíble que parezca, se trata de la misma imagen sometida a un tratamiento de luz, con temperaturas de contraste: Climas extremos invierno/verano. Luz cegadora. Clima inhóspito. Afortunadamente, sabemos que no es así, pero los ciudadanos de nuestra simulación, los que reciben la foto en Marte no tienen ni idea y sólo reciben la foto de abajo:
Así que el portavoz de la AEMAR (Agencia Espacial Marciana) sale por la tele y dice: Señores, seguidamente les ofrecemos las fotos de la Tierra, gentileza de la misión Terrestrial Explorer, que resulta ser…. un planeta desolado y en concreto…
Nos encontramos en un lugar completamente árido y desolado. La luz del sol es cegadora debido a su proximidad al Sol, con temperaturas superiores a los 100ºC, en verano donde el agua se ha evaporado completamente, generando un efecto invernadero continuo que se incrementa con la actividad volcánica. Es imposible encontrar vida allí, ya que el entramado de las nubes cubre prácticamente la totalidad del planeta lo que impide la fotosíntesis y en invierno las precipitaciones generan hielo en la superficie con temperaturas extremas de -100ºC.
Evidentemente, nadie va a poder comprobarlo excepto la AEMAR, así que AMÉN. En todos los libros de ciencias de Marte y en los medios de comunicación marcianos aparece esta foto de la misión “Terrestrial Explorer” y todos lo toman como un “Dogma”. La Tierra es así:
Nos encontramos en un lugar completamente árido y desolado. La luz del sol es cegadora debido a su proximidad al Sol, con temperaturas superiores a los 100ºC, en verano donde el agua se ha evaporado completamente, generando un efecto invernadero continuo que se incrementa con la actividad volcánica. Es imposible encontrar vida allí, ya que el entramado de las nubes cubre prácticamente la totalidad del planeta lo que impide la fotosíntesis y en invierno las precipitaciones generan hielo en la superficie con temperaturas extremas de -100ºC.