Un científico ruso alertó sobre la acción nefasta de la microflora en la estructura de la plataforma orbital, problema que ya había sufrido la estación rusa Mir
El vicepresidente de la Academia de Ciencias de Rusia, Anatoli Grigóriev, advirtió el lunes sobre el peligro que representan los microorganismos que se han encontrado en la Estación Espacial Internacional (EEI). "La vimos en la estación (soviética) Mir y ahora la vemos en la EEI: la acción nefasta de la microflora en la estructura de la plataforma", dijo Grigóriev, citado por la agencia Interfax, en una conferencia científica que se celebra en la capital rusa.
El científico explicó que estos microbios "dañan no sólo el metal, sino también los polímeros, por lo que pueden ser la causa de desperfectos técnicos", e indicó que los experimentos de exposición de microorganismos en el casco exterior de la EEI demuestran su gran vivacidad, ya que en condiciones extremas soportan 18, 31 y más meses.
Rusia y los demás países que participan en este programa estudian la posibilidad de ampliar hasta 2020 el plazo de explotación de la plataforma orbital, cuyo primer módulo -el ruso Zariá- fue puesto en órbita el 20 de noviembre de 1998.
La EEI actualmente alberga a la 30ª expedición, que integran los estadounidenses Daniel Burbank y Donald Pettit, el holandés André Kuipers y los rusos Oleg Kononenko, Antón Shkáplerov y Anatoli Ivanishin.
