“The unveiling of the company of heaven. Every man and every woman is a star”, Aleister Crowley.
Los aficionados de la astronomía (y
también de la astrología) pudieron presenciar hoy un espectáculo de alta
bellleza femenina (estrellas que remiten a ls diosas más luminosas del
panteón). Venus, la luz más brillante del firmamento después de la Luna,
entró en conjunción con la constelación de las Pléyades, conocidas como
Las Siete Hermanas.
Más allá del espectáculo visual de ver
la superposición del lucero del atardecer sobre las Pléyades como un
diamante sobre un enjambre de abejas azules, el acontecimiento tiene una
profunda connotación simbólica, especialísima para aquellos que ven en
el cielo un espejo y una especie de inspiración espiritual o amorosa.
Tanto Venus como las estrellas de las
Pléyades han sido asociadas con la divinidad femenina por múltiples
culturas. Venus, la diosa del amor, es parte de la divinidad femenina
transhistórica que se convierte en la Virgen del Cristianismo. Las siete
hermanas de las Pléyades se relacionan a Venus como diosa del amor en
el sentido de que eran ninfas –guardianas de la embriaguez divinizante,
junto con la seripente y la fuente. Las siete hermanas tuvieron
numerosos amoríos con los dioses del Olimpo, como si fueran musas de las
artes amatorias cósmicas. Maia engendró a Hermes, el dios mensajero,
padre de las artes ocultas. Maia, la primogénita de las Pléyades, evoca
inevitablemente tanto a Maria -se le identifica con la Tierra, con la
diosa Madre– como a Maya, la madre de Buda y el maia, o la ilusión. El ocultista británico Aleister Crowley dijo: “María es simplemente Maia con la R solar en el vientre”.
Venus, como la Virgen María, como las
Pléyades han sido representadas como palomas. El nombre Pléyades
significa según algunas derivaciones “parvada de palomas” (las muchas,
las que navegan). Arquetipos de la belleza y la sensibilidad femenina.
Por otro lado las Pléyades han tenido un
papel central en la comsogonía de diversas civilizaciones, incluyendo
la Hindú, la Maya y la Azteca, figurando preponderantemente en sus
calendarios y en su mitología. Quizás por esto actualmente el new age
considera que las Pléyades (juno con Sirio) son uno de los punto
nodales de nuestra galaxia, supuesto hogar de una civilización benigna
de seres luminosos. Incluso, de manera seudocientífica, se ha localizado
a Alcione como el centro de nuestra galaxia. Más allá de estas
creencias, fantasías o iluminaciones, existe un seductor misterio en
esta constelación, y en su conexión simbólica con Venus y la divinidad
femenina.
Foto: Tavi Greiner
http://pijamasurf.com/2012/04/la-copula-femenina-del-cielo-fotos-de-la-conjuncion-entre-venus-y-las-pleyades/