Se ha detectado una estela de luz ultravioleta que delata la presencia de un circuito eléctrico natural que conecta al planeta Saturno con Encélado, una de sus lunas.
Esta conexión, de cuya existencia ya se sospechaba desde mucho tiempo atrás pero que no había sido vista hasta ahora, indica que hay una corriente de partículas eléctricamente cargadas desplazándose entre Saturno y Encélado, e interactuando con las líneas del campo magnético del planeta. El fenómeno hace que sea visible una especie de nube luminiscente cerca del polo norte del planeta, mediante un mecanismo similar al que genera las auroras en la Tierra.
El hallazgo se ha hecho gracias a una nueva observación de la Cassini, una sonda espacial de una misión a Saturno de la NASA y la ESA, las agencias espaciales de Estados Unidos y Europa, respectivamente. El descubrimiento es obra de un equipo de especialistas de Europa y Estados Unidos, que incluye a Michele Dougherty del Imperial College de Londres, y a Abigail Rymer (Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos).
Durante años, los astrónomos han intentado, sin éxito, vislumbrar mediante telescopios espaciales señales delatadoras de estelas brillantes como la descubierta ahora.
Los estudios sobre Júpiter demostraron en su día que su satélite Io, un astro con gran actividad volcánica y que presenta una conexión eléctrica con su planeta, provoca la generación de señales luminosas cerca de los polos de éste. Por eso, se sospechaba que una conexión parecida podía existir entre Saturno y Encélado.
Foto: NASA/JPL/JHUAPL/University of Colorado/Central Arizona College/SSI
Ahora, la sonda Cassini, por su proximidad a Saturno y su instrumental de observación, ha brindado a los astrónomos la oportunidad de detectar estas tenues señales delatadoras. Cuando brillan al máximo, su resplandor en la franja ultravioleta es muy inferior al de las auroras polares de Saturno, pero comparable a la aurora terrestre más débil que es visible sin usar un telescopio.
La estela eléctrica recién descubierta mide unos 1.200 kilómetros de largo por algo menos de 400 de ancho, cubriendo un área comparable a la de Suecia.
De entre las lunas de Saturno, Encélado es la única en la que se ha detectado actividad geológica violenta. El principal rasgo de esa actividad son sus géiseres, que expulsan vapor de agua y partículas orgánicas al espacio. Este flujo de materia da lugar a una nube de plasma eléctricamente cargado que dispara electrones de alta energía a lo largo de las líneas del campo magnético, hacia el polo norte de Saturno, produciendo la citada estela parecida a una aurora polar.
NCYT Noticias
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