La primera vista completa del sol
La NASA presentó por primera vez imágenes de la atmósfera y la superficie solar completa, que amplían la visión actual del astro en torno al que gira la Tierra y que ayudarán a mejorar las predicciones climatológicas.
El astro rey ha podido ser observado al mismo tiempo desde distintos ángulos por dos sondas gemelas.
En octubre de 2006, la NASA lanzó hacia el Sol dos naves gemelas, aunque cada una de ellas se dirigió hacia el astro rey siguiendo direcciones diametralmente opuestas.
La misión se llamó STEREO y se trataba de obtener, por primera vez, una imagen estereoscópica y completa del Sol, observado al mismo tiempo desde distintos ángulos. Ayer, y después de cuatro años, la agencia espacial ha cumplido su ambicioso objetivo y ha publicado las primeras imágenes "totales" y en 3D de nuestro Sol.
Tras un viaje conjunto de 470 millones de km., ambas naves se han encontrado, en el lado opuesto de la órbita de la Tierra, al otro lado del Sol, y han terminado por fin su misión principal.
Durante su periplo, las dos sondas han ido facilitando a su centro de control (el Centro de Vuelos Espaciales Goddard, en Maryland) valiosa información sobre cómo afecta a nuestro planeta el continuo flujo de energía que mana de nuestra estrella particular.
Ya en 2009, las dos naves de la misión STEREO revelaron, en tres dimensiones, la doble estructura de las eyecciones de masa coronal, que son violentas erupciones de la materia del sol, también conocidas como tormentas solares.
Estas eyecciones pueden interrumpir las comunicaciones, afectar a los satélites y a las redes de energía en la Tierra.
"Las nuevas imágenes -asegura la NASA en un comunicado- ayudarán a mejorar la planificación de futuras misiones de naves espaciales robóticas o con tripulación hacia el sistema solar".
"Por primera vez -afirma por su parte Angelos Vourlidas, investigador de la misión STEREO- podemos contemplar la actividad solar en todo su esplendor tridimensional".
TSUNAMI SOLAR
Desde que fueron lanzadas en 2006, cada una de las dos sondas ha fotografiado y filmado al detalle la mitad de nuestra estrella, enviando a la Tierra todas las imágenes.
Aquí, los investigadores han combinado las dos "vistas" para crear una esfera.
No se trata, sin embargo, de fotografías convencionales. De hecho, los instrumentos de las naves han captado al Sol en cuatro longitudes de onda diferentes (todas en el ultravioleta), seleccionadas cuidadosamente para estudiar aspectos concretos de la actividad solar, entre ellos las llamaradas, los tsunamis solares y los filamentos magnéticos.
Con los datos de esta misión, los astrónomos pueden, literalmente, volar alrededor del Sol sin moverse de sus pantallas, y ver lo que sucede más allá del horizonte, algo que hasta ahora no había sido posible. Hasta ahora, en efecto, era imposible detectar manchas solares (las causantes de las tormentas magnéticas) si éstas se producían en la cara oculta del Sol.
Para detectarlas, había que esperar a que la propia rotación solar nos mostrara lo que estaba sucediendo al otro lado, lo que dejaba muy poco tiempo para reaccionar.
Pero eso no volverá a ocurrir. Incluso las zonas activas más remotas y ocultas a nuestra visión directa podrán ser accesibles y no nos volverán a tomar por sorpresa.
En octubre de 2006, la NASA lanzó hacia el Sol dos naves gemelas, aunque cada una de ellas se dirigió hacia el astro rey siguiendo direcciones diametralmente opuestas.
La misión se llamó STEREO y se trataba de obtener, por primera vez, una imagen estereoscópica y completa del Sol, observado al mismo tiempo desde distintos ángulos. Ayer, y después de cuatro años, la agencia espacial ha cumplido su ambicioso objetivo y ha publicado las primeras imágenes "totales" y en 3D de nuestro Sol.
Tras un viaje conjunto de 470 millones de km., ambas naves se han encontrado, en el lado opuesto de la órbita de la Tierra, al otro lado del Sol, y han terminado por fin su misión principal.
Durante su periplo, las dos sondas han ido facilitando a su centro de control (el Centro de Vuelos Espaciales Goddard, en Maryland) valiosa información sobre cómo afecta a nuestro planeta el continuo flujo de energía que mana de nuestra estrella particular.
Ya en 2009, las dos naves de la misión STEREO revelaron, en tres dimensiones, la doble estructura de las eyecciones de masa coronal, que son violentas erupciones de la materia del sol, también conocidas como tormentas solares.
Estas eyecciones pueden interrumpir las comunicaciones, afectar a los satélites y a las redes de energía en la Tierra.
"Las nuevas imágenes -asegura la NASA en un comunicado- ayudarán a mejorar la planificación de futuras misiones de naves espaciales robóticas o con tripulación hacia el sistema solar".
"Por primera vez -afirma por su parte Angelos Vourlidas, investigador de la misión STEREO- podemos contemplar la actividad solar en todo su esplendor tridimensional".
TSUNAMI SOLAR
Desde que fueron lanzadas en 2006, cada una de las dos sondas ha fotografiado y filmado al detalle la mitad de nuestra estrella, enviando a la Tierra todas las imágenes.
Aquí, los investigadores han combinado las dos "vistas" para crear una esfera.
No se trata, sin embargo, de fotografías convencionales. De hecho, los instrumentos de las naves han captado al Sol en cuatro longitudes de onda diferentes (todas en el ultravioleta), seleccionadas cuidadosamente para estudiar aspectos concretos de la actividad solar, entre ellos las llamaradas, los tsunamis solares y los filamentos magnéticos.
Con los datos de esta misión, los astrónomos pueden, literalmente, volar alrededor del Sol sin moverse de sus pantallas, y ver lo que sucede más allá del horizonte, algo que hasta ahora no había sido posible. Hasta ahora, en efecto, era imposible detectar manchas solares (las causantes de las tormentas magnéticas) si éstas se producían en la cara oculta del Sol.
Para detectarlas, había que esperar a que la propia rotación solar nos mostrara lo que estaba sucediendo al otro lado, lo que dejaba muy poco tiempo para reaccionar.
Pero eso no volverá a ocurrir. Incluso las zonas activas más remotas y ocultas a nuestra visión directa podrán ser accesibles y no nos volverán a tomar por sorpresa.
Fuentes: ABC.es, NASA