Varios presidentes de EE.UU. se han referido a la posibilidad de la existencia extraterrestre
"El Gobierno de Estados Unidos no tiene evidencia de que exista vida fuera de nuestro planeta o de que una presencia extraterrestre haya contactado con un miembro de la raza humana", con esta frase respondió un portavoz de la Casa Blanca a la carta firmada por 17.000 ciudadanos mostrando su inquietud por el supuesto encubrimiento del Gobierno a la existencia de vida alienígena. El hecho de que el Ejecutivo estadounidense se vea obligado a responder a una cuestión de este tipo no deja de ser una novedad. Pero el ‘fenómeno ovni’, de una forma u otra, ha estado muy presente a lo largo de las últimas décadas no solo en las más altas esferas de Washington, sino también en el interior del mismísimo Despacho Oval.
El primero de los presidentes a los que la ufología extraoficialmente relaciona con seres de otro planeta es Harry Truman (1945-1953). A él se atribuye la creación del nunca confirmado Majestic-12, un comité formado por 12 científicos y altos cargos del Gobierno y del ejército encargado de investigar la actividad ovni tras el supuesto accidente de uno de ellos en Roswell en 1947. El mandatario estadounidense salió al paso en 1952 ante las continuas preguntas que llegaron a su administración sobre posibles avistamientos: “Esos fenómenos inexplicados no son ni un arma secreta, ni un cohete, ni un nuevo tipo de avión de prueba”.
El siguiente presidente al que se conoce un interés confirmado por la vida extraterrestre es Gerald Ford (1974-1977). Antes de convertirse en el sustituto de Nixon se mostró dispuesto a desvelar cualquier información al respecto que pudiera estar reservándose el Gobierno estadounidense. "Con la firme convicción de que el público americano se merece mejor explicación que la dada hasta ahora por el Ejército del Aire, recomiendo con fuerza la creación de una comisión de encuesta sobre el fenómeno ovni. Se trata de nuestra obligación hacia el pueblo para reforzar nuestra credibilidad ante el fenómeno ovni y aclarar lo más posible este tema", declaró el entonces congresista por Michigan que acabaría por convertirse en presidente.
El avistamiento de Carter
Su sucesor en el Despacho Oval llegó a reconocer un avistamiento ovni. Jimmy Carter (1977-1981) confesó haber contemplado un extraño objeto volador en 1969 cuando aún aspiraba a convertirse en gobernador de Georgia. Así se lo describió Carter al periódico ‘National Enquirer’ en 1976: “Estoy convencido de que los ovnis existen porque yo he visto uno... Fue una aberración muy peculiar, pero unas veinte personas también lo vieron...Era la cosa más extraña que había visto jamás. Era grande, muy brillante, cambiaba de colores y era del tamaño aproximado de la luna. Lo observamos durante unos diez minutos, pero ninguno de nosotros fue capaz de decir qué era”.
Carter: «Estoy convencido de que los ovnis existen porque yo he visto uno»
También Ronald Reagan (1981-1989) creyó ser testigo del vuelo de un objeto no identificado durante su etapa de gobernador de California. En un momento del viaje, el líder republicano divisó por la ventanilla un extraño aparato luminoso que se acercaba y alejaba a grandes velocidades de su avión, para desaparecer de forma súbita un tiempo después. La experiencia dejó huella en Reagan que en varios discursos oficiales hizo alusión a una posible raza alienígena. Uno de ellos fue ante la Asamblea General de la ONU y en plena Guerra Fría. Ante los representantes del mundo llegó a afirmar que "obsesionados por las rivalidades del momento, nos olvidamos muchas veces de todo lo que une a los miembros de la humanidad. Acaso nos hace falta alguna amenaza mundial exterior para tomar conciencia de tal vínculo. Algunas veces pienso que nuestras diferencias desaparecerían rápidamente si debiéramos afrentarnos con una amenaza extraterrestre”. Y sin embargo, les pregunto -continuó el presidente- ¿No existe ya entre nosotros una fuerza extraterrestre?”.
Por el contrario, preguntado sobre el caso Roswell, Bill Clinton (1993-2001) tiró de ironía para desmentir cualquier tipo de misterio extraterreste en relación a este suceso. "Aquello fue una ilusión. No creo que ocurriera” dijo, para añadir que “existía también otro sitio en Nevada donde la gente creía que habíamos enterrado un ovni y quizás un alienígena profundamente bajo tierra porque no queríamos permitir que nadie fuera allí. Ahora puedo decirlo porque el secreto se ha levantado y es de dominio público. Había mucha gente en mi propia Administración que estaba convencida de que Roswell era un fraude, pero que lo de ese lugar de Nevada iba en serio, que había allí un artefacto alienígena. Así que mandé a alguien a que lo averiguara. Y se trataba realmente de una instalación de defensa en la que se hacían cosas aburridas que no queríamos que nadie más viera”.
Sean verdaderos o no, los ovnis han dado mucho de que hablar en el interior del Despacho Oval.