CHAU...ADIOS A LA LIBERTAD EN BLOG

ESTE ES MI NUEVO SITIO,(todavía en construcción),AL CUAL ME TRANSLADO,
CUANDO BLOGGER APLIQUE CENSURA. GRACIAS.

MIENTRAS PUEDA SEGUIRE EN ESTE BLOG

lunes, 10 de octubre de 2011

La erupción en El Hierro, un espectáculo submarino imposible de observar.-

Una vista del Mar de las Calmas, en cuyo fondo está aflorando la lava, en la isla de El Hierro. | Santiago Ferrero

Una vista del Mar de las Calmas, en cuyo fondo está aflorando la lava, en la isla de El Hierro. | Santiago Ferrero

  • La erupción profunda no permite ver gases ni sólidos en la superficie marina
  • Los científicos deducen cuál es el punto de fuga por mediciones sismográficas
  • Una actividad de este tipo no reviste ningún peligro para la población

"Claro que hay y que habrá erupciones volcánicas en Canarias; de eso no cabe duda. La cuestión es saber cuándo y dónde".

La afirmación la hace el vulcanólogo del CSIC Ramón Ortiz, el coordinador del comité científico que asesora a los responsables de la emergencia en la isla de El Hierro. Según este experto, las islas tienen un origen volcánico, han estado formándose durante millones de años y esa actividad se ha manifestado de forma eruptiva en periodos de pocas décadas, por lo que los científicos han tenido claro siempre que las islas Canarias se 'animan' volcánicamente cada poco tiempo y que tenían que hacerlo en breve.

Continuando esa idea, Ramón Ortiz afirma: "Lo que sería noticia es que en Canarias no hubiera erupciones". El experto del CSIC sabe bien de lo que habla, pues no en vano es uno de los más veteranos expertos españoles dedicados al estudio del vulcanismo insular. El científico estuvo allí en 1971, al comienzo de su carrera profesional, cuando el sur de la isla de la Palma registró la última erupción conocida en Canarias, la que originó el volcán Teneguía. Y solía bromear hasta hace poco diciendo que antes de jubilarse le tenía que tocar encargase de otra: "El periodo de retorno [de las erupciones] en las islas Canarias es de 30 años, así que hace tiempo que ya tocaba que hubiera una", afirma Ortiz.

Ahora, parece haber llegado el momento. Tras varias semanas de acumulación de presión en el magma subterráneo y de continuos seísmos, la tensión parece haber encontrado su punto de salida y lo ha hecho en el fondo del mar, en un punto situado a más de 600 metros de profundidad y a varios kilómetros de la costa sureste de la isla, en el conocido como el Mar de las Calmas.

Deducir un fenóneno que no se ve

Sin embargo, los científicos no han podido observar el fenómeno. Sólo deducirlo por prueban indiciarias, como la liberación de energía que registran los sismógrafos.

El Institugo Geográfico Nacional es el organismo responsable de vigilar y monitorizar la actividad volcánica y de coordinar la emergencia en la isla. Su directora, María José Blanco, declaraba a Europa Press esta mañana, tras la reunión del gabinete de crisis, que, de hecho, los expertos aún no han confirmado la erupción marina pero que "las lecturas recogidas apuntan a ello como el fenómeno más probable".

Según María José Blanco, los sismógrafos recogieron desde la noche del domingo cambios en las lecturas. La sismicidad cambió tanto en profundidad como en intensidad, es decir, los temblores se hicieron más débiles pero más superficiales. Así, la profundidad ha pasado de una media de 10 kilómetros a una de un kilómetro.

Según Ramón Ortiz, lo que está ocurriendo en las últimas horas es que las señales que registran los sismógrafos son las mismas que las propias de una erupción, un tipo de registro que recibe el nombre de 'tremor' por parte de loe expertos.

Una antigua colada de lava sumergida en El Hierro. | Carlos Mingell

Una antigua colada de lava sumergida en El Hierro. | Carlos Mingell

"Lo que estamos registrando es un tremor volcánico con mucha amplitud y que seguramente se corresponde con una erupción volcánica", asegura Ortiz. El experto explica que a diferencia de los seísmos, donde los aparatos registran ondas muy claras producidas por la liberación de energía súbita al fracturarse las rocas, en el caso de las erupciones los sismógrafos registran señales más confusas y complejas que no son fácilmente distinguibles y que provienen de diversos fenómenos como el movimiento del magma, o la interacción de la lava o el gas con el exterior.

"Son sismos no clásicos y dan una señal fea, un montón de rayas bandeadas que crecen unos minutos, llegan a una amplitud y se quedan ahí durante horas, con alguna variación", dice Ortiz. Este tipo de señal es el indicio claro de una erupción, pero lo difícil es averiguar dónde se está produciendo.

A diferencia de los terremotos, en los que la ubicación del epicentro es sencilla, las señales que arrojan los tremor volcánicos, como los de El Hierro son "señales incoherentes", dice Ortiz, y resulta difícil su localización exacta.

Todo lo que hasta ahora pueden afirmar los científicos es que "el proceso eruptivo submarino podría estar iniciándose a unos cinco kilómetros de la costa y uno de profundidad, frente a la Restinga", según confirmaba a Efe otra experta del CSIC destacada en la isla Alicia García, quien hizo estas declaraciones tras la reunión del Comité de Dirección del Plan Específico de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico (Pevolca).

Sin señales en la superfice

El fenómeno no se puede observar a simple vista por la profundidad a la que ocurre. La lava no emerge y tampoco lo hacen los gases cuando la erupción es profunda. Según explica Ortiz, gran parte de las emisiones de una erupción son de vapor de agua, y basta con que haya 100 metros de agua sobre la emisión de gases para que ese vapor ya no salga a la superficie. Con el CO2 y otros gases volcánicos ocurre algo parecido. A profundidades bajas subirían a superficie en forma de burbujas y serían detectados, pero a partir de los 600 metros de profundidad también se convierten en imposibles de distinguir desde fuera.

Sobre lo que ocurra a partir de ahora, Ramón Ortiz es cauto. Resulta difícil saber cuánto durará el proceso eruptivo, aunque un modo de conocer cómo marcha la situación es acudir a los aparatos que miden la deformación de la superficie de la isla. Son GPS capaces de medir la más mínica variación de la altura de la isla. Ésta se había 'abombado' unos cuantos centímetros en las últimas semanas debido a la presión del magma subterráneo. Si ese abombamiento de la isla está reduciéndose se deberá a que la erupción submarina está liberando la presión de la cámara magmática y por tanto el proceso eruptivo comenzará a remitir.

Los expertos necesitarán unas cuántas horas para valorar esos datos. Mientras, bajo la superficie del mar, el gas y posiblemente la lava estén empezando a aflorar. En esas condiciones de presión y temperatura, la lava se enfría rápidamente y toma una características forma alhohadillada, conocida en la jerga técnica como 'pillow lava', afirma Manuel Regueiro, portavoz del Instituto Geológico y Minero de España.

Ese tipo de formaciones son fácilmente observables en los fondos de El Hierro, pues la isla ha sufrido numerosas erupciones de ese tipo en el pasado. De hecho, es mayor su actividad volcánica bajo el agua que por encima de ella.

Hay que tener en cuenta que las Canarias se han formado enteramente por el vulcanismo. Son gigantescas montañas que afloran desde un mar de hasta 4.000 metros de profundidad. Puesto que algunas islas, como Tenerife, tienen cumbres cercanas, a los 4.000 (Teide, 3.718 metros) puede decirse que el edificio de las islas son montañas gigantescas, casi tan grandes algunas como el Everest y formadas del todo por la actividad volcánica.

Las islas son, además, relativamente jóvenes si medimos el tiempo en escala geológica. Empezaron a formarse hace unos 30 millones de años y la más reciente de todas es la de El Hierro, que apenas supera el millón de años de edad , lo que no es nada si se tiene en cuenta que la edad de la Tierra es de 4.500 millones de años.

Las islas se han ido formando una a una y con un patrón de este a oeste, de modo que las más antiguas son las de Fuerteventura y Lanzaronte, y las más jóvenes las de La Palma y El Hierro.

Es en estas donde los científicos esperan que haya más actividad, y así ha sido. Pues las dos últimas erupciones han correspondido a estas dos islas. El destino del archipiélago canario es seguir creciendo hacia el oeste mientras las islas viejas más cercanas a África van erosionándose. Así, los científicos dan por hecho que tarde o temprano habrá una nueva isla surgida a la izquierda de El Hierro.

- ¿Será en esta ocasión cuando la veamos nacer?, le pregunto a Ramón Ortiz. - A tanta profundidad como está ocurriendo no va a ser ahora. Hay demasiada agua. A lo mejor dentro de 100.00 años, contesta.

Oportunidad científica única para España

Lo cierto es que junto a El Hierro hay una cordillera submarina relativamente larga que se ha formado por erupciones submarinas progresivas que han hecho crecer este monte submarino, afirma a Europa Press el vicepresidente del Ilustre Colegio de Geólogos, José Luis Barrera.

La erupción no es anormal, por tanto, pero sí es un hecho novedoso que ocurra cuando la ciencia española ha avanzado mucho en el campo de la vulcanología. Hace 40 años, cuando se produjo el nacimiento del volcán Teneguía, en La Palma, apenas había equipos e instrumentación para monitorizarlo. Ahora, los geólogos tienen más herramientas a su servicio. Lo que todavía no termina de arrancar, sin embargo, es el Instituto Volcanológico de Canarias, un proyecto de todas las administraciones del Estado para el estudio y la vigilancia del vulcanismo canario y que lleva años demorándose sin llegar a arrancar. La administración también parece moverse en este caso en una escala de tiempo geológica.


Contacte con el autor del artículo vía Twitter. @Pcaceres_