Diario Clarin
“Abran la cabeza, no estamos solos en el Universo”, dice a Clarín el comandante aéreo Jorge Polanco. El fue protagonista de uno de los episodios OVNI que conmocionaron al país: el caso Bariloche.
La noche del 31 de julio de 1995, Polanco estaba por aterrizar en el aeropuerto de Bariloche. Piloteaba el Boeing 727 de Aerolíneas Argentinas cuando “una luz, primero tenue, luego intensa y brillante, se interpuso entre la nave y la pista de aterrizaje”. De inmediato el comandante se comunicó con la torre de control, pero la respuesta fue desconcertante: no era ninguna aeronave identificada. Esa luz extraña acompañó al Boeing y a los 100 pasajeros durante 17 minutos.
Un avión de Gendarmería que estaba en vuelo también confirmó haber visto el mismo objeto. El escenario se completaba con otro hecho extraordinario: en el aeropuerto no había luz.
“El caso tuvo mucha repercusión en los medios a nivel mundial, hasta me vinieron a ver especialistas de la NASA, fue el caso más concreto, real y espectacular. En mi carrera fui testigo de otros dos episodios”, dice Polanco.
A 15 años de su experiencia, ve como algo positivo que la Fuerza Aérea investigue estos casos “siempre y cuando sea de una manera seria”. Los otros dos casos que menciona el comandante ocurrieron el 6 de febrero del 1995, cuando estaba volviendo desde Río de Janeiro con destino al aeropuerto de Córdoba y una luz fuerte lo sorprendió. Al comunicarse con la torre de control, recibió la misma respuesta: “Tráfico no conocido”. El otro episodio ocurrió el 11 de agosto de 1996. Volando por la localidad de Trelew, se cruzó una luz brillante por tercera vez.
“Lo vivo como algo natural. Creo que puede haber vida en otros sistemas, estoy convencido. No me preocupé por difundir mi caso porque el común de la gente no lo toma seriamente“, repite Polanco. El pasado 14 de febrero, los tripulantes del vuelo 727, personal del avión militar y especialistas se reunieron en la Costanera para charlar sobre el caso. Para Polanco siempre es bueno refrescar esos acontecimientos. “Siendo profesionales del aire no nos confundimos con una simple luz. Creo que existen vidas más desarrolladas que la nuestra. Repito no somos los únicos que habitamos el planeta”, sentencia.